A una semana de tener que afrontar el Superclásico, el líder River
Plate pasó esta noche una dura prueba ante Lanús y con el 1-1 salvó el invicto, además
ratificó que tiene jugadores de gran jerarquía como el colombiano
Teofílo Gutiérrez y en lo colectivo, una personalidad ganadora.
Lanús ganó el parcial por una
conquista de Lautaro Acosta (37') y River consiguió el 1-1 por un disparo de
Teo Gutiérrez (71') desde fuera del área grande que ingreso abajo y a la
izquierda de Agustín Marchesín.
Gallardo, fue expulsado por protestar y, como consecuencia,
tendrá que ver el clásico ante Boca Juniors
fuera del banco de
suplentes. La condición de imbatido para los de Núñez esta vez
corrió serio peligro, en especial por el gol que convirtió Acosta al dar una muestra de
concentración, inteligencia, precisión y jerarquía para escaparse de los
defensores en el momento adecuado y batir a Marcelo Barovero con un
remate rasante y cruzado, Teo logró el 1-1 al sorprender a Agustín Marchesín con un
remate muy eficaz, más allá de la distancia que tuvo en su origen, y a
partir de entonces el equipo de la banda hasta se jugó entero en procura
de la victoria.
Fue un primer período en el que a River le costó asumir
el protagonismo porque como visitante fue recibido por un equipo que
ejerció mucha presión, basó su accionar en el orden táctico, en la
fortaleza fisica, el juego de roce y de contraataque rápido, se destacó la llegada del uruguayo Rodrigo Mora, cuando sacudió el travesaño con un derechazo, hasta el gol del Granate River habia sido claro dominador de un partido difícil.
Tras un pase
de Leonardo Pisculichi, Gutiérrez quedó cara a cara con el arquero e
intentó una definición sutil, pero la pelota pasó cerca de la base del
poste izquierdo. Una vez que logró encaminar el cotejo River tuvo hasta
tres oportunidades que no supo capitalizar, mientras Lanús no cambiaba
su estrategia y seguía atento para replicar con verticalidad. Fue
asi que tras un saque rápido, Silvio Romero metió un pase profundo para
Acosta que se filtró entre la última línea de River, el Laucha buscó el
angulo inferior izquierdo de la valla de Barovero, quien alcanzó a tocar
la pelota, pero no a evitar la conquista.
En
el segundo episodio, River atravesaba su peor momento, sin ideas, sin
entrenador, y el único recurso que mostraba era patear desde fuera del
área ante un Lanús que lo esperaba agazado, Romero tuvo un contraataque, eludió defensores, pero Barovero le tapó la chance con indoneidad. Poco
después, Teo consiguió sorprender a Marchesín con uno de esos
tiros desde fuera del área, la pelota picó antes y se le metió en un
rincón al guardameta, quien en esa escena clave tuvo algún grado de
responsabilidad.No obstante, Gallardo, lejos de conformarse,
arriesgó, quizá inclusive por demás, al poner una línea de tres
defensores, dado que el propósito siguió siendo el triunfo.
En
definitiva, sin jugar del todo bien en el segundo tiempo, River pudo
haber ganado, aunque también corrió el riesgo de haber perdido el
partido, el invicto y hasta la distancia que le sacó a los otros
animadores de la competencia.
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