El Sevilla derrotó con dos goles en
veinte minutos, de Bacca (34') e Iborra (57'), al Espanyol,
que buscó la remontada con insistencia, pero que se quedó a medio camino
con un tanto de Stuani (60').
El choque quizá hubiera sido distinto si el árbitro hubiera pitado
el penal de Coke por derribar a Montañés al final de la primera parte. La
igualdad fue constante, el mérito de los de Emery fue aprovechar mejor
sus buenos momentos, que no es poco.
Los locales arrancaron muy serios, Sergio García despertó a la
defensa sevillista con un disparo al poste derecho, el
delantero no pudo culminar un contraataque que había sorprendido a la
zaga de Emery. Abraham atrapó el rechazo, pero mandó el balón fuera.
Tres minutos después, el Sevilla respondió con una jugada individual
de Bacca, que se fue por velocidad desde el centro del campo, el
colombiano quiso finalizar él mismo la acción, sin intentar la
asistencia a algún compañero, y Kiko Casilla la frustró sin
complicaciones.
El partido estaba equilibrado, con
insinuaciones en ambas áreas, hasta que Bacca, esta vez sí, rompió la
balanza, el delantero, tras un pase de Coke, puso el broche de
oro a una jugada colectiva y firmó el 0-1.
El Espanyol pagó caro su desajuste defensivo y puso el partido donde
quería Emery, el técnico guipuzcoano tenía vía libre para aprovechar su
verticalidad y velocidad ante un rival obligado a buscar el empate.
Los blanquiazules solo se volcaron en ataque en los minutos finales
de la primera parte, los locales reclamaron un posible penal de Coke
sobre Montañés, que cayó en el área tras una carga del lateral madrileño
por la espalda, la acción indignó a tanto a los futbolistas como a los
seguidores "pericos".
Tras
la reanudación, el Espanyol aumentó la presión a Barbosa, los centros
de banda y la búsqueda de los espacios de Sergio García cambiaron la
cara al bloque. Aunque una acción a balón parado volvió a castigar al
anfitrión cuando mejor estaba, Iborra remató de cabeza una
falta de Denis Suárez desde el vértice del área (0-2).
El Sevilla, que en esta segunda mitad se estaba limitando a esperar a
los de Sergio González, no movió ficha y siguió atrás, tampoco el
Espanyol varió su planteamiento, muy ofensivo, y tuvo éxito rápido.
Stuani respondió también conectando con la cabeza un
centro de Víctor Sánchez.
A los catalanes no les faltaran ocasiones para la remontada, la más
clara llegó en una asistencia del mismo Stuani para Sergio García
que examinó los reflejos del portero y la atención de los centrales,
aunque el disparo fue forzado y flojo.
El planteamiento defensivo del Sevilla cerró huecos y despejó el
peligro constante con solvencia. Con esta labor de desgaste, los
andaluces se llevaron la victoria.
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