Independiente dio vuelta un comienzo adverso para alzarse con una
festejada victoria sobre Racing 2-1 en el primer clásico desde su
regreso a la Primera División.
Los hinchas de Independiente colmaron el estadio Libertadores de
América, para el que se habilitaron sólo por este domingo un sector que
por ahora estaba vedado por estar en construcción, el Rojo pareció
terminar de cerrar los festejos por la vuelta a la división mayor.
Sufrió
los primeros minutos, sobre todo cuando Diego Milito (14') estampó el 1-0 que
silenció al público en el primero de la catarata de errores que
cometieron los dos equipos.
La jugada comenzó con un cambio
de frente perfecto de derecha a izquierda de Gastón Díaz para Ricardo
Centurión, que le pisó la pelota a Droopy Gómez, mandó el pase al medio,
toda la defensa que dio el paso adelante pero tardíamente, y Milito
empujó al gol a un costado de Diego Rodríguez.Pareció que de
contra Racing lo iba a noquear pero empezaron los
centros desde la derecha que fueron de dilucidación imposible para el
visitante.
Despues, tiro libre desde la derecha
cerca del vértice del área ejecutado de zurda y llovido al área con toda
la defensa de Racing estática mientras Sebastián Penco (25') se tiraba para
modificar la dirección de la pelota y poner el empate.
En otro centro de Daniel Montenegro dos
minutos después, fue Mancuello (27'), la figura del partido, el que se
adelantó a toda la zaga y ante la mala salida de Saja marcó el desnivel.
Milito, el jugador que
ordenaba el ataque se retiró lesionado y Gustavo Bou no estuvo a la
altura del ex-Inter.
Sobre el final de la etapa un remate
frontal de Acevedo dio rebote en Rodríguez, que igual llegó a achicar el
ángulo a Bou cuando intentó convertir.
En el segundo tiempo Racing
fue al frente pero ya sin el orden que había evidenciado en la primera
parte del partido, ambos se prestaron la pelota y ninguno supo qué hacer con
ella.
Con un tiro libre desde la derecha, Mancuello metió un remate en el palo.
Independiente,
tal cual asumió su entrenador al término del partido, no jugó bien y
hasta regaló pelotas dentro del área que los atacantes desaprovecharon.
Mientras,
los jugadores se quejaban ante el árbitro de los
errores, dejando pasar jugadas para cobrar o ejecutando un reglamento
personal y liviano, como una amarilla a Tula que debió ser roja por un
codazo en la cara a Centurión.
Pese a que Racing fue una y
otra vez hasta la puerta del área del local, fue Penco el que tuvo la
chance más clara con una contra, tirando a un costado la pelota en un
mano a mano.
Sobre el final, la defensa de Independiente se
durmió pero ni así Centurión pudo alcanzar el empate que cortó el Ruso
Rodríguez.
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