Rosario Central le ganó a Gimnasia y Esgrima La Plata 2-1,
de visitante, con un penal anotado por Rafael Delgado en tiempo de
descuento (93'), y alcanzó transitoriamente la punta del Campeonato de Primera
División, al promediar la tercera fecha.
El conjunto platense se adelantó en el marcador con un tanto del delantero Pablo Vegetti (12'); el mediocampista
Fernando Barrientos (39') igualó para los rosarinos y Delgado decretó la victoria de Central.
En
la cuarta jornada, Gimnasia visitará a Belgrano de Córdoba, el martes
próximo a las 17 y Central recibirá a Godoy Cruz de Mendoza, un día
después en idéntico horario.
El equipo de Miguel Angel Russo aprovechó la merma de Gimnasia en el
segundo tiempo para atrapar una victoria que reparó el mal desempeño del
domingo pasado ante River (0-2) en el Monumental.
Desde la salida de Vegetti por un golpe en el tobillo derecho, sobre
el final del primer tiempo, el encuentro cambió la tendencia, Central
creció en el juego a medida que Gimnasia aumentaba su confusión y llegó a
la victoria con un penal agónico que Fernando Monetti le cometió a
Jonás Aguirre en una salida imprudente.
Con el zurdazo de Delgado al centro del arco, Gimnasia se resignó a
la primera derrota del semestre (había empatado con River y Newell's
1-1) después de un buen primer tiempo, en el que Central alcanzó el gol
por una jugada aislada.
En esa etapa, los dirigidos por Pedro Troglio mostraron actitud para
la recuperación, iniciativa de juego en Ignacio Fernández y peligrosidad
en Vegetti, único referente en el área rival.
Luego de que Barrientos capturara un rebote en la puerta del área y
marcara el empate de Central unos minutos antes de que terminara el
primer tiempo. Cuestión de suerte o del destino, el equipo de Russo
llegó a la igualdad cuando peor la estaba pasando y entonces el partido
fue otro.
No hubo más dominio de Gimnasia: Central había
resucitado, resurgió de sus propias cenizas.
Delgado empezó a proyectarse como no lo había hecho nunca e hizo crecer
el juego de Acuña. Apareció el Loco Abreu para aguantar de espaldas y
descargar a un compañero y Niell, que nada había tenido
que hacer contra los grandotes del fondo del "Lobo", comenzó a convertirse
en un trastorno. Barsottini le hizo una falta en la puerta del área que Lunatti, aparentemente, no llegó a
ver.
Después, llegó la jugada del penal, esa que Lunatti no dudó en cobrar y
que le permitió a Central llevarse un triunfo de oro para Rosario.
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