Con tantos de Julio Buffarini (pen. 30') y el juvenil Héctor Villalba (79'), el equipo de Edgardo Bauza sumó la quinta victoria en el certamen argentino y se posicionó en el quinto lugar detrás de Colón, Vélez Sarsfield, River Plate y Godoy Cruz.
Esta actualidad local del conjunto que dirige Gustavo Alfaro contrasta con su desempeño en la Copa Libertadores, donde consiguió por primera vez en su historia la clasificación a los octavos de final.
El inicio del partido fue entretenido porque ambos equipos, con estilos diferentes, llevaron peligro al área rival. Aunque fue San Lorenzo el que tomó la mayor iniciativa, mientras que Arsenal esperó un poco más retrasado.
En el local, Romagnoli era el nexo entre los mediocampistas y los delanteros, ya que se movió por todo el frente de ataque y con el balón dominado habilitaba a los atacantes para generar peligro.
El propio enlace del ciclón intentó vulnerar la resistencia de Campestrini con un remate desde el vértice del área, aunque el portero visitante controló en dos tiempos. La primera situación de riesgo para el cuadro del viaducto llegó a los 13 minutos, luego de una contra muy bien gestada que culminó con un remate de Martín Rolle con pierna zurda, que se perdió cerca del palo derecho.
El equipo de Edgardo Bauza llegó al desnivel por intermedio de un penal de Buffarini, luego de una falta de Campestrini a Mauro Matos dentro del área. El arquero se lo llevó por delante al atacante en su afán por atrapar el balón, el ex-Talleres y Ferro colocó el balón abajo y a su izquierda, yendo el guardavalla visitante hacia el otro costado.
Antes del final, San Lorenzo pudo ampliar la ventaja en una gran contra que manejó Piatti por derecha y habilitó por el otro sector a Angel Correa, quien dejó en el camino al arquero de Arsenal y remató a puerta, aunque en el camino dentro del área menor, salvó Leandro González Pírez.
El segundo período fue más discreto en relación al primero, pero San Lorenzo siguió siendo el dominador y por eso amplió la ventaja y justificó la victoria.
De Arsenal se vio muy poco, fue un equipo muy contenido y contó con algunos destellos de Martín Rolle, su jugador más influyente en ofensiva.
El local tuvo su merecido premio, gracias a su insistencia, mediante un contra golpe magistralmente ejecutado por el incansable Buffarini, quien recuperó en su área, transportó el esférico hasta mitad de cancha y cedió para Correa, éste habilitó rápidamente a Villalba, jugador que se filtró por derecha y definió por debajo de Campestrini para sellar el marcador.
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