Real Madrid se clasificó para la final de la Champions al ganar 0-4 al Bayern Múnich con dobletes de Sergio Ramos (16' y 20') y de Cristiano Ronaldo (34' y 89'), que batió el récord de goles del torneo en un curso al alcanzar los 16, en el Allianz Arena.
Tras ganar 1-0 en la ida, el Real Madrid finalizó las semifinales con un marcador favorable de 5-0.
La única noticia negativa en la histórica victoria del Real Madrid,
la primera que logra en el feudo del Bayern Múnich tras 9 derrotas y un
empate, fue la tarjeta amarilla que vio Xabi Alonso y
que le impedirá estar en la final de Lisboa el 24 de mayo.
Ronaldo,
por su parte, rompió otro récord individual al convertirse en el primer
jugador de la historia en alcanzar los 16 tantos en una edición de la
Copa de Europa. Con sus dos tantos deshizo el empate a 14 que mantenía
con el argentino Messi (2011-2012) y el brasileño
del Milan, José Altafini (1962-1963).
El Real Madrid impartió una lección futbolística para fulminar la
maldición de Múnich, asestar la derrota más dura de la carrera a Pep
Guardiola y alcanzar, doce años después, la gran final de Liga de
Campeones, con Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo impulsando a su equipo
hacia la deseada "Décima".Nueve derrotas y un empate daban forma a una leyenda negra pero el fútbol no entiende del pasado y vive del presente. Al Allianz llegó un Real Madrid que fue equipo en mayúsculas, unidos en el esfuerzo defensivo, para anular espacios, comprometido en la lucha con una fe ciega en sus posibilidades. En el Santiago Bernabéu ya había encontrado el camino para dañar al fútbol de Guardiola.
El tanto de la ida era un factor a favor, había que superar el inicio en tromba del Bayern empujado por un ambiente imponente, la afición alemana no paró de empujar pero sus jugadores se chocaron con un muro.
Con Bale en la derecha, sacrificándose más que nunca en defensa, y sin perder su espíritu ofensivo, en su bota izquierda estuvo la primera ocasión clara, una mala salida de Neuer le dejó el balón a 40 metros del arco, disparó con el exterior y el balón se fue arriba, era el aviso necesario para rebajar un grado la motivación del Bayern. La consigna de Ancelotti era buscar el gol, golpear antes de ser golpeado
Fue cuando llegó un momento inolvidable para Sergio Ramos, en el mismo escenario en el que le anularon un gol legal para llorar por una eliminación europea, ante el mismo rival ante el que vivió el momento más amargo de su carrera al lanzar a las nubes un penal de la tanda final, sacó a pasear su alma de delantero para guiar al Real Madrid a la gran final con dos cabezazos, el primero al cuarto de hora a un saque de esquina de Bale y el segundo rematando con el alma cinco minutos después una falta lateral puesta por Di María. El fútbol siempre ofrece oportunidad de venganza y Ramos se agarró a ella con fuerza.
En pleno descontrol Neuer dejó una nueva salida al limbo, el rechazo lo rozó Di María, un mal despeje cayó a Cristiano, que pegado a banda buscó su tanto con un disparo que no fue gol por el rebote. El momento del "comandante" llegó en plena exhibición madridista, Bale dejó atrás a todos y regaló el tanto a su compañero. Quince goles en una edición, un registro que nadie firmó.
Luego llegó la única mala noticia de las semifinales, una entrada evitable de Xabi Alonso en el centro del campo a Schweinsteiger, provocó el castigo más duro para un futbolista, la cartulina amarilla le impedirá jugar la gran final.
Se marchó hundido en el descanso, fue el último jugador madridista en abandonar el terreno de juego y así siguió en la reanudación.
Guardiola tiene variantes suficientes para variar el toque por un juego más directo, pero nunca renunció a su estilo, tardó en meter a jugar a Götze y apostar por el remate de Pizarro, cuando lo hizo ya era misión imposible. Los centros desde la banda eran despejados por los centrales blancos, impasables, Ramos sacaba un disparo de Alaba, el primer disparo del Bayern llegaba a los 57 minutos, Robben con rosca buscando la escuadra, y luego Casillas respondió bien abajo al disparo raso de Ribery.
Neuer sacó la única con los pies y veía como Cristiano remataba arriba con la testa un pase de Di María.
El Bayern sentía la derrota pero no cesó, sin éxito, de buscar el tanto de la honra. El fin de fiesta lo debía poner Cristiano que en el último minuto, de falta, golpeó abajo esperando el salto de la barrera y el balón entró lejos del alcance de Neuer para ampliar su récord. El broche a una de sus exhibiciones más grandes en Europa, con esta fenomenal actuación el Real Madrid, tras eliminar a tres equipos alemanes (Schalke en octavos y Borussia Dortmund en cuartos), jugará su primera final de Champions desde que ganara el título en 2002.
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