Barcelona y Atlético han jugado cuatro partidos esta
temporada y todos ellos han terminado con empate. Al equipo rojiblanco
le vale ahora igualar sin goles en su estadio Vicente Calderón, el
miércoles 9 de abril, para pasar a semifinales por el criterio de gol de
visitante.
El Atlético Madrid se puso en ventaja
con un disparo sensacional del brasileño Diego Ribas, que sorprendió al
portero barcelonista José Manuel Pinto, titular tras la grave lesión de
Víctor Valdés, y se coló por la escuadra.Diego, que había entrado en el terreno de juego en sustitución de Diego Costa, que sufrió una lesión muscular, dejó atrás a Xavi Hernández y cuando se esperaba desde la derecha un centro al área, el brasileño se decantó por un disparo potente y colocado, que entró como una bala.
Pudo ganar el equipo de Diego Simeone, estuvo más cerca de hacerlo que el
de Gerardo Martino, señal de que el Camp Nou vivió una noche de pasión,
digna del evento y en el que estaba en juego un billete para la
penúltima etapa de la Champions.
Partido muy trabado, al
Barça le costó alcanzar el ritmo, acelerar la circulación,
encontrar huecos y superar la muralla que instauró el Atlético en su
segunda línea. Simeone trazó una red en el centro, con Koke y Arda Turan
al límite, y en contadas ocasiones pudieron los azulgranas ganarles la
espalda, el
duelo, con todo, vivió hechos inesperados. Apenas diez minutos duró en
el campo Gerard Piqué, lesionado por una mala caída ante Diego Costa que
alarmó al barcelonismo, y media hora contada el delantero colchonero,
al que un tirón muscular obligó a dejar igualmente el campo.Antes
ya había dado el susto Pinto con un mal rechazo que a punto estuvo de
costarle un disgusto al Barça. Andrés Iniesta tuvo la mejor ocasión
azulgrana en el primer tiempo desaprovechando un pase interior
de Messi, pero aquella jugada se demostró ser un oasis en el desierto
que acabó siendo la zona de peligro del Barça, alcanzó el
descanso el grupo de Simeone sereno y tranquilo, entendiendo que había
frenado la carga azulgrana y dispuesto a alargar en el segundo tiempo el
mismo argumento. Pero enfrente, después, ya no encontró al mismo rival.El equipo del Tata acudió a la segunda mitad con el ánimo dudoso, si en la primera le había costado combinar, en la segunda sumó a ese déficit la velocidad de balón y el Atlético, sin darse cuenta, se creció.
Y tan crecido, de forma inesperada, se encontró que Diego Ribas sacó petroleo al sueño, tomando un balón esquinado, marchándose con suficiencia de Xavi y soltando un obús lejano y envenenado que sorprendió a Pinto, lento en la reacción y que no llegó a tiempo de evitar el GOLAZO, pero el Barça, reaccionó el "Tata" al meter a Alexis por Cesc para aumentar el ritmo y retomó a duras penas el control, dió un paso atrás el Atlético y entendió el equipo azulgrana que estaba ante el momento de la verdad, y resucitó a través, cómo no, de ese excepcional jugador, tan menospreciado a la hora de los premios, Andrés Iniesta, quien a la primera ocasión que encontró ese pasillo mortal asistió a Neymar para que el brasileño se redimiera con un fantástico y cruzado disparo ante el que nada pudo hacer Thibaut Courtois, el Barça se fue con todo a la vez que los de Simeone comenzaban a mirar el marcador, esperando que el reloj corriera más de lo que lo hacía. Implantados en su personalidad, unos y otros ya ofrecían lo esperado: atacando los unos con sentimiento y defendiendo los otros con locura, al final 1-1, el Vicente Calderón será el escenario menos deseado para unos y que los otros ya habrían firmado antes de comenzar.
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