En el duelo de hoy contra el Leverkusen, Pep Guardiola volvió a echar mano de la rotación y dejó en el banquillo a Philipp Lahm, Dante, Javi Martínez, David Alaba, Thiago Alcántara y Franck Ribery. En la defensa, con Rafinha, Jerome Boateng, Daniel van Buyten y Diego Contento, no quedó uno solo de los jugadores que había empezado el martes el partido contra el Arsenal.
En el centro del campo, Toni Kroos ocupó la posición de Thiago y Thomas Müller la de Ribery.
El Leverkusen apostó por echarse a atrás y defender con
dos líneas de cuatro cercanas a su propia área, dejarle la pelota al
Bayern y explotar posibles ocasiones al contragolpe.Al comienzo, el Bayern mostró algunas dificultades para acercarse a la portería rival pese a tener la pelota y el Leverkusen logró llegar dos veces con peligrosidad a la meta de Manuel Neuer.
El
Bayern rompió la resistencia del Leverkusen cuando
Mario Mandzukic (44') le ganó un salto a Philipp Wollscheid para abrir el
marcador de cabeza, aprovechando un centro desde la derecha de Bastian
Schweinsteiger.
Era el primer duelo que Wollscheid perdía con Mandzukic, que había tenido pocos contactos con la pelota.El segundo fue marcado de falta por Schweinsteiger (52'), con lo que el partido quedó sentenciado.
En el 66', Guardiola movió el banquillo por primera vez dándole entrada a Ribery por Arjen Robben. En el 75 mandó a la ducha a Mandzukic para que entrara Xerdhan Shaqiri y en el 85', Thiago entró por Toni Kroos.
En los minutos finales, el Leverkusen decidió atreverse
un poco más y en el 90' marcó con un cabezazo de Kiessling, pero ya era
demasiado tarde para soñar.
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