Barcelona en los primeros minutos, fiel a su estilo comenzó encimado al rival, cuando el chileno Alexis Sánchez (7') abrió la cuenta para el cuadro "culé", aún asi, tras el gol no plasmaba su dominio en el marcador arriesgándose al empate del Valencia que llegó antes de irse a los camerinos.
Una buena asistencia de Sofiane Feghouli, permitió que Daniel Parejo (44') le ponga suspenso al partido.
En la segunda mitad, el equipo de Juan Antonio Pizzi
sorprendió a los dirigidos del Tata Martino, a los 48', los fantasmas de
una posible derrota se aparecieron en el Camp Nou tras el gol de Pablo
Piati de cabeza.
Lionel Messi, en un regalo del árbitro, se encargó de emparejar la cuenta a los pocos minutos para el cuadro azulgrana de manera momentánea tras anotar desde los doce pasos.
Valencia siguió golpeando al Barza que por irse al ataque le volvieron anotar de contra ataque. Una vez más, Sofiane Feghouli dejó solo a Paco Alcácer (59') para que decretara el 3-2 del partido.
Después de acumular 16 victorias consecutivas en el Camp Nou y ofrecer sus mejores sensaciones en las últimas semanas, el Barça de Gerardo Martino sufrió el golpe más inesperado, el Valencia, derrotado en sus últimas seis visitas a Barcelona y que ganó por última vez en septiembre de 2003, rompió el encanto del campeón, que mañana podría, después de 59 jornadas, perder su condición de líder.
El Valencia no se descompuso ni tras el gol en frío de Alexis, simplemente marcó su territorio y buscó a través de la contra.
Y al Barça, pareciendo aburrido de un partido que ganaba sin nada a destacar, le entró sueño y a falta de cinco minutos para el descanso Alves se despistó en un balón colgado de rebote, Valdés quedó a medio camino de la salida y Piatti cabeceó de forma inverosímil y sin apenas tiempo para darse cuenta del susto, Feghouli le regaló a Parejo una asistencia mágica ante la incredulidad de todo el mundo.
Al Barça de Martino se le descubre en el peor momento de la temporada un defecto terrible: la dificultad que tiene para jugar en contra del marcador. Más aún, la imposibilidad que se le adivina para mantener la calma. Ni la fortuna del penal le devolvió la paz porque siguió alocado y descolocado a partes iguales.
Y condenado por su falta de rigor defensivo, Paco Alcácer, un futbolista que pretendió el club azulgrana en época de juvenil, le volvió a golpear. Bayern y Real Madrid habían sido los últimos en marcarle tres goles al Barça en el Camp Nou, que no perdía en Liga como local desde abril de 2012 (1-2 frente al Real Madrid) y no recibía tantos goles en el torneo desde el 20 de marzo de aquel mismo año, aunque aquella noche venció por 5-3 al Granada.
Un día después de que Martino avisara de la trascendencia del marcador, cuando dejó claro que los errores a partir de ahora se pueden pagar muy caros, el Barça se derrumbó de mala manera, el campeón fue incapaz de mostrar sus galones.
El Atlético tendrá la ocasión de regalarle a Luis Aragonés el liderato en el Calderón y el Madrid, en Bilbao, puede también expulsarle de la cima. Un castigo mayúsculo para Martino, cuyo aviso no pareció ser tenido en cuenta por unos futbolistas que rebajada la intensidad perdieron la batalla.
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