El Zenit San Petersburgo se estrelló contra la tela de araña tendida
por el Austria de Viena (0-0) en un partido que necesitaba ganar tras
caer en la primera jornada ante el Atlético de Madrid (3-1).
El
equipo ruso salió al campo con un once inicial muy ofensivo comandado
por el brasileño Hulk, pero no acertó a materializar sus ocasiones.
El
árbitro expulsó por roja directa al centrocampista belga Witsel en el
minuto 44, decisión que cambió el rumbo del partido, aunque El Zenit no
tiró nunca la toalla.
El Zenit fue el primero en avisar por
medio de su estrella brasileña, quien hizo temblar el poste izquierdo
de la portería visitante con un disparo marca de la casa desde fuera del
área que Lindner sólo acertó a rozar con la yema de los dedos.
Hulk
volvió a poner en apuros al guardameta austríaco pocos minutos después
con otro disparo a la media vuelta desde el corazón del área grande,
pero éste despejó acertadamente a córner.
El resto de la
primera parte fue un asedio constante del equipo dirigido por el
italiano Luciano Spalletti, que lo intentó por las bandas, por el centro
y a balón parado, pero sin suerte.
Poco después de la
media hora de juego Kerzhakov tuvo en sus botas el primer gol tras un
contraataque conducido por Hulk, que le dio un pase en profundidad al
delantero ruso, pero el disparo colocado de éste con la zurda se marchó
desviado por poco.
Mientras, los austríacos esperaban en
las trincheras la posibilidad de armar un contraataque y sorprender a la
adelantada defensa rusa, como ocurrió a los 40 minutos, cuando un
envenenado disparo raso de Hosiner pasó rosando el poste de la portería
local.
Poco después, el árbitro expulsó de manera rigurosa a Witsel por una
entrada con balón a un contrario en el centro del campo, decisión que
enfureció a Spalletti y a la afición local.
En la segunda
parte, el Zenit no se amilanó, pese a jugar con uno menos, mientras que
el Austria de Viena decidió salir de su cueva y adelantar tímidamente
sus líneas, lo que mejoró notablemente el espectáculo.
Tras
una buena jugada colectiva, el defensa Anyukov estuvo a punto de marcar
al recibir un rebote en el segundo palo cuando el portero austríaco
estaba descolocado, pero su disparo salió desviado.
El resto del partido fue un querer y no poder de los rusos, que vieron cómo se les escapaban los tres puntos.
Spalletti
no perdió la esperanza y decidió sacar al hijo pródigo del Zenit,
Arshavin, que intentó conectar en todo momento con el portugués Danny,
el mejor jugador local.
El que estuvo desaparecido en
combate en la segunda parte fue Hulk, que únicamente lo intentó a balón
parado y sin suerte, y cuando recibió un pase franco de
Arshavin al final del partido, se entretuvo y desaprovechó la
posibilidad de marcar el gol del triunfo.
De esta forma, el
Austria Viena, que cayó ante el Oporto en la primera jornada, suma su
primer punto en lo que supone su debut en la Liga de Campeones.
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