Los "Guerreros" lograron la victoria y la clasificación con dos anotaciones de Eduardo Herrera y uno más del colombiano Darwin Quintero al 79.
El
argentino Roberto Nanni hizo la anotación del Atlante que ha
sufrido su décima derrota, acumula 31 goles en contra, y es
decimoséptimo en el torneo con nueve unidades.
Con
la victoria, el Santos, sublíder del campeonato, llegó a 29 puntos y se
convirtió formalmente en el segundo clasificado a las finales del
balompié azteca.
Sí, los Potros carecieron de suerte en uno de sus mejores partidos en
lo que va del torneo, pero el infortunio no lo es todo: Atlante también
adoleció en la parte defensiva, tres descuidos increíbles costaron
directamente el marcador, sin importar que a la ofensiva,
los dirigidos por Rubén Israel se encargaran incluso de dar un baile a
los visitantes; la actualidad en este equipo es deprimente pero cierta:
este es un Potro de dos patas, las dos delanteras solamente presentes.Todavía no transcurría un minuto desde que el árbitro había dio el silbatazo inicial cuando Santos ya estaba al frente del marcador gracias a un centro por derecha que Eduardo Herrera cabeceó de frente a la meta para abrir el marcador a los 40 segundos.
Santos cedió la iniciativa a un Atlante valiente, atrevido, dispuesto a eliminar toda la carga que arrastra desde hace años, Walter Erviti se multiplicó en el campo y cedía balones a diestra y siniestra, incluso se dio tiempo para rematar.
Atlante hizo el gasto y puso el corazón, pero los dirigidos por Pedro Caixinha prácticamente se codean con ángeles y balones celestiales y supieron hacer daño al Potro, el segundo tanto llegó también por vía de Eduardo Herrera, esta vez con un derechazo en el área en medio de un mar de lamentable imprecisión en la zaga atlantista cuando faltaban segundos para acabar la primera mitad.
Para el complemento, los azulgrana se vieron todavía más dominantes, posesión, llegadas, dominio territorial, agresividad; todo fungía a favor del bando local, todo menos el marcador y el destino sería todavía más severo.
Si faltara dramatismo, la lluvia azotó a los jugadores, pero no el ánimo de unos "Potros" que se sublevaban ante su propia suerte y se resistían a entregar el partido, pero la defensa azulgrana volvió a jugar del lado coahuilense al ceder balón a Darwin Quintero, quien condujo la pelota al área, se quitó al portero Yosgart Gutiérrez y puso la tercera anotación, todavía más fría y castigadora que la lluvia misma, un castigo cruel para un Atlante que había hecho las cosas bien al frente.
Una pequeña recompensa apareció en el horizonte con el gol de descuento del ingresado en el segundo tiempo Roberto Nanni, a pocos minutos de concluir el encuentro.
La agonía del Atlante se extiende, justa o injustamente.
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