REAL MADRID EMPATA CON UN DURO VILLAREAL

El Real Madrid no pasó del empate en Villarreal (2-2) con lo que Barcelona, que ganó en el descuento al Sevilla (3-2) y el Atlético, que derrotó al Almería (4-2) pasan a ser líderes en solitario de la liga española en la cuarta jornada.
Mientras al club azulgrana le salvó el gol del chileno Alexis Sánchez en el descuento (90+4), el Real Madrid no tuvo suficiente con que el galés Gareth Bale, el último "galáctico" fichado a golpe de talonario (por unos 100 millones de euros) se estrenara en España marcando un tanto. Es más, el Villarreal mereció más ante un Real Madrid al que le salvaron las paradas de Diego López, que regresaba este sábado al campo donde despuntó como arquero.
Cani adelantó a los locales en el minuto 21, pero Bale empató para los blancos poco antes del descanso (38'), al rematar un centro desde la derecha de Dani Carvajal.
Ya en la segunda parte, y pese al mejor juego del "Submarino Amarillo", el Real Madrid se colocó por delante con un remate afortunado de Cristiano Ronaldo (64'), que acabó en la red tras un rebote.
El Real Madrid acabó pagando su endeblez defensiva, pese a que también debutó en el mediocentro el vasco Asie Illarramendi, cuando el mexicano Giovanni dos Santos (70') marcó el definitivo 2-2.
Cuando quedaban menos de media hora para que terminara el partido y sin haber hecho prácticamente nada para conseguirlo, el Madrid se encontró con ventaja en el marcador, no fue suficiente sin embargo para que se marchara del Madrigal con una victoria, hubiese sido la cuarta, de cuatro, para Carlo Ancelotti.
Lo frenó un equipo recién ascendido, con el mismo bloque –salvo el portero- con el que jugó la temporada pasada en Segunda, un equipo que no supo traducir su buen fútbol en una goleada, se lo impidió Diego López, el único que no se durmió en el Madrigal justo el día después de que Ancelotti anunciara que habrá dos porteros, uno para la Champions y uno para Liga, el meta jugó como si nada, con la tranquilidad de siempre.
El técnico italiano decidió hacer debutar a Bale poniéndole desde el inicio, de nuevo, como ya ocurrió en Granada, el Madrid jugó sin pivote defensivo, en el Madrigal fue Illarramendi el que acompañó a Modric en la medular y falto peso, el que empezó a adquirir con la entrada de Khedira en la segunda parte. La velocidad no la puso Bale, ni Cristiano, la puso el Villarreal que arrancó con las líneas muy juntas y sonrojó a la defensa blanca en repetidas ocasiones.
Parecían sorprendidos, además de lentos, Sergio Ramos y Pepe por el ritmo impuesto por los chicos de Marcelino, incapaces de poner freno a Jonathan Pereira, Cani y Aquino, si no es por Diego López, su habilidad para poner cuerpo y tapar huecos que parecen enormes y sus reflejos para sacar las manos, el Villarreal podría haberse ido al descanso con cuatro goles.
Modric se inventó uno de sus pases; lo recogió Carvajal que centró al área y se encontró con un Bale que le había ganado la posición a Mario, sólo tuvo que dar un leve empujón a la pelota el galés, era el minuto 38. Sonó el despertador en ese momento y el Madrid empezó a jugar, pero siempre a un ritmo inferior al del Villarreal, los chicos de Marcelino no se dieron por vencidos ni siquiera después de que los blancos le dieran la vuelta al marcador con un gol de Cristiano pasada la hora de partido, sólo levantaron bandera blanca ante Diego López.

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