Isco se estrenó en el Madrid como los grandes, con una asistencia y un
gol, el malagueño contribuyó a la victoria del Real Madrid (2-1) sobre el Betis, echándose al
bolsillo al Santiago Bernabéu.
Sufrió demasiado el Real
Madrid en su debut liguero, la tarde, que prometía ser apacible para el
conjunto local, a punto estuvo de convertirse en un calvario.
La
afición, ansiosa por ver a un Madrid rejuvenecido, lo celebraba todo, primero, la decisión del técnico Carlo Ancelotti de mandar a
Diego López a la portería en detrimento de Casillas, las gradas del
Bernabéu recibieron al arquero con una ovación apenas sonó su nombre en
la megafonía del estadio, a Casillas, en el banquillo, le dedicaron
fuertes silbidos desde el fondo sur, las gradas festejaban cada toque
del equipo, en especial los que pasaban por los pies de Isco.
El Madrid
parecía funcionar de manera eficiente con
Cristiano Ronaldo y Benzema en punta, mientras Ozil e Isco se encargaban
de las bandas y Modric hacia pareja con Khedira en el centro del campo,
Sergio Ramos, hacía el honor a su gafete de capitán poniendo orden
desde la zaga.
El Betis llegó a la capital española con mucho que
decir, tanto como que a los quince minutos había borrado prácticamente
al equipo blanco del verde, obligó a Diego López a dos intervenciones de mérito, y
Verdú todavía fallaría otra ocasión con toda la portería para él, solo
dentro del área pero el que no lo haría sería Jorge Molina (14'), que marcó
el 0-1 después de un jugadón de Cedrick, que le levantó las pegatinas a
Sergio Ramos en velocidad.
Mal comienzo para un Madrid
dubitativo, desorientado e impreciso. Pese a todos los mediocampistas de
toque que situó Ancelotti era el
Betis, que con los férreos marcajes de Nosa y Matilla, más Verdú a los
mandos de la nave verdiblanca, y la velocidad de Juanfran y Cedrick en
las bandas, quien entraba en los dominios merengues como cuchillo en
mantequilla.
El conjunto blanco se lanzó desesperado por el empate, lo intentó
Cristiano Ronaldo con un tiro que se fue sobre la portería; para mayor
frustración del portugués, se perdió una ocasión al no llegar al pase de
Isco y volvió a errar en un cobro de falta, lo intentó también Benzema,
que se perdió las ocasiones más claras de la primera parte pero se
redimió en una jugada colectiva que culminó
en un pase de Isco para el francés, que a un metro de la portería
pudo, por fin, igualar el marcador (26'), lo celebró con la furia de haberse
perdido dos seguidas.
La segunda parte comenzó con el Betis
ligeramente menos afilado y un Madrid que, aunque fuera por insistencia
con el balón en los pies, llegaba más asiduamente al área de Andersen
que antes del descanso. Sobre todo, a través de un Ronaldo que quiso
también dejar su huella, la tuvo en un pase profundo de Ozil, pero el
portero visitante supo cerrar bien su puerta, igual que a un tiro lejano
de Di María a falta de cuarto de hora, además tuvo la oportunidad más clara tras un jugadón de Modric y la
dejada de Ronaldo, pero el albiceleste la mandó fuera con toda la
portería para sí.
Parecían ambos equipos destinados ya al empate,
cuando la pegada de este Madrid se demostró incontenible y
si algunos estaban ya lamentando las ocasiones perdidas, Isco se
encargaría de hacerlas olvidar al cabecear a gol un centro lateral de
Marcelo, era el minuto 83, y el Betis se quedaba sin margen de
movimiento ya.
El partido no dio para más, el 2-1 fue suficiente para que la afición merengue se fuera satisfecha a casa con una victoria.
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