El
club de Gelsenkirchen, que llegó a los octavos del máximo torneo
continental de clubes en la temporada anterior, sufrió pero logró volver a
disputarlo.
En un partido de ida y vuelta, el conjunto alemán se impuso con un doblete del delantero internacional húngaro Adam Szalai (43' y 90') y otro gol del centrocampista juvenil Julian Draxler
(67'), a pesar de haber jugado varios minutos con diez jugadores por
expulsión del estadounidense Jermaine Jones en el minuto 64.
Este
resultado debería ser un aliciente para los alemanes de cara a la
Bundesliga, en la que en tres jornadas disputadas sólo han cosechado un
punto.
Para los helenos, que entraron a la
fase previa tras la tercera repesca perdida ante el Metalist Kharkiv
ucraniano, pero que fue excluido de la competición por un caso de
partidos amañados, su desempeño fue digno y se fueron con la frente en
alto.
El Schalke, con un juego de toque muy lento, era incapaz de superar
el entramado defensivo de un PAOK que quería buscar las cosquillas a los
germanos a la contra, con este guión, transcurría un primer tiempo muy
aburrido hasta que en el minuto 43 llegó el 0-1, desde campo propio, Benedikt Höwedes
pasó en largo al lateral derecho Atsuto Uchida, que llegó hasta el área
griega y centró hacia Szalai, y el húngaro no perdonó ante Jacobo,
gol psicológico para un Schalke que se iba al descanso con la
clasificación para la fase de grupos.Al comenzar la segunda parte, un buen pase al hueco de Stelios Kitsiou fue aprovechado por Stefanos Athanasiadis para batir en su salida a Timo Hildebrand, la eliminatoria iba camino de la prórroga, con un lanzamiento de falta, el peruano Jefferson Farfán pudo marcar, el tiro pasó rozando el palo derecho de Jacobo.
Sin embargo, el panorama se le puso más negro al conjunto de Jens Keller cuando Jermaine Jones vio su segunda tarjeta amarilla y fue expulsado en el 64', el Schalke se quedaba con un hombre menos, pero tres minutos después apareció la figura de Julian Draxler, que tras un buen pase de Max Meyer, regateó a Jacobo y sitúo el 1-2, los visitantes ponían pie y medio en la siguiente ronda.
A pesar de este mazazo, el PAOK no se vino abajo y a once minutos del final empató el partido, una falta sacada por Stoch fue rematada a gol con un gran cabezazo de Kostas Katsouranis ante el que nada pudo hacer Hildebrand, los griegos estaban a un tanto de hacer historia.
Con el PAOK dejándose la piel, el
Schalke en el minuto 90 mató el partido y certificó su presencia en la
fase de grupos con una gran jugada individual de Draxler que finalizó con un
buen pase del joven germano a Szalai, que solo tuvo que empujar el balón
al fondo de la red, el equipo alemán cumplió su objetivo y el
voluntarioso PAOK dijo adiós a su sueño.
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