BARCELONA, CAMPEÓN SIN BRILLO

El Barcelona de Gerardo Martino conquistó su primer título, la Supercopa de España, haciendo valer el empate con goles del partido de ida pero sin convencer, el Atlético, aguerrido, duro y fiel a si mismo, mantuvo la esperanza hasta el último suspiro, pero sin perder se volvió a casa sin el título.
El equipo azulgrana, que pudo ganar al final con el penal que Messi envió al travesaño, también pudo haber perdido, tanto por las ocasiones del Atlético al rozarse el descanso como por los primeros veinte minutos de un segundo tiempo en que estuvo, casi, a merced de los colchoneros.
Cada vez más alejado de la imagen que regaló en la primera jornada de Liga frente al Levante, el equipo azulgrana volvió a mostrar los defectos del pasado reciente, buscando la verticalidad, a la que el Atlético cerró los pasillos, así que Messi volvió a convertirse en principio y final de los argumentos del Barça. La exigida sociedad con Neymar deberá esperar para mejor ocasión, por cuanto el brasileño, que estrenó titularidad se diría que por aclamación, mostró destellos, verticalidad, atrevimiento y más ganas que el argentino, pero no ofreció el peligro que se le supone.
El Atlético con un rosario de faltas tácticas, bien estudiadas y alejadas de su área, fue aburriendo a un Barça que sin darse cuenta se fue al descanso sin dar muchas señales de vida y sin perder gracias a la agilidad y reflejos de Víctor Valdés, que en el minuto 42 sacó una mano a un bombazo de Arda Turan que tenía el sabor del gol, fue después de una jugada excepcional y a los siete minutos de otra ocasión colchonera, que Koke acabó con un disparo de alevín.
Impregnado por el carácter de Simeone, el Atlético partió en la segunda mitad con ánimos renovados y llegó a empequeñecer a un Barça superado física y tácticamente, le faltó al equipo colchonero acierto ante Valdés, pero le sobró audacia y desnudó a un Barça poco reconocible, al menos en las intenciones que pregona Tata Martino. Con tal igualdad hasta se contempló normal que la dureza acabase por pasar factura, Godín mereció, por un cobarde pisotón a Alves; la roja que se llevó Filipe Luis por un forcejeo con Messi y cuando las fuerzas ya no alcanzaban, las patadas cobraban mayor relevancia.
Cuarta Supercopa de España en cinco años para el Barça, Simeone perdió su primera final desde que está al frente del Atlético, que volvió a caer en el Camp Nou, donde en 2010 fue derrotado por el Sevilla en la Copa del Rey, el Atlético no engaña, es fiel a un estilo que puede gustar más o menos pero no se aparta del guión de su entrenador, el Barça, sin embargo, vive alejado de lo que se espera, debutó como titular Neymar y Messi siguió siendo el argumento principal...aunque..

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