ZIDANE BRILLA CON EL MADRID EN PARTIDO BENÉFICO

Zinedine Zidane brilló en la victoria del Real Madrid ante el Juventus (2-1), quince años después de la final de la Champions que enfrentó a ambos equipos, se volvieron a encontrar en el Bernabéu, anotaron Figo e Iván Perez para el conjunto blanco.

Parece que fue ayer pero ya han pasado quince años desde que el Real Madrid conquistó su séptima Copa de Europa en Amsterdam contra la Juventus con un solitario gol de Pedja Mijatovic.
Amancio Amaro fue el encargado de la alineación del conjunto blanco de veteranos, donde entraron futbolistas de diferentes generaciones, aunque como siempre brillaron los "galácticos": Zidane, Figo, Roberto Carlos, etc. hicieron las delicias del público asistente al Santiago Bernabéu por una buena causa, algunos de ellos, incluso jugaron con las dos camisetas, como Fabio Cannavaro y Zinedine Zidane.
El portugués Luis Figo fue quien abrió el marcador al poco de empezar el partido gracias a un disparo desde el borde del área que se coló por la parte izquierda de la portería defendida por Tacconi.
El empate de Montero llegó a falta de 20 minutos para el final del encuentro, gracias a una gran combinación junto al checo Pavel Nedved, donde al final sólo tuvo que empujar el balón a la red.
No se rendiría el Real Madrid que instantes después anotaba el definitivo 2-1 en el marcador tras un pase de la muerte de Dani desde la derecha para batir al mítico Angelo Peruzzi.
Así terminó un partido donde lo menos importante era el resultado, sino conseguir beneficios para luchar contra las enfermedades coronarias.
Zidane, que dejó una huella imborrable en éste estadio durante cinco temporadas, fue el más aclamado de la tarde, el Bernabéu bullía en aplausos cada vez que el '5' tocaba el esférico, con la misma delicadeza con la que lo hacía hace menos de una década, pasan los años y parece que el tiempo se detiene cada vez que el esférico pasa por los pies de Zidane, que juega y hace jugar a los suyos, derrochando una calidad propia sólo de los elegidos.
El coliseo blanco aprovechó para darle una última y ruidosa ovación a Zidane cuando éste cambió de equipo y defendió, durante poco más de diez minutos, los colores de la "Juve".