INDEPENDIENTE A UN PASO DEL DESCENSO

En un clásico lleno de tensión y dramatismo, River Plate se subió a la punta del Torneo Final al ganarle 2-1 a Independiente, que quedó al borde del abismo, al que podría caer irremediablemente el lunes si Argentinos Juniors le gana a San Lorenzo.
La producción de River fue a pura contundencia y festejó por los goles de Juan Iturbe (21') y Manuel Lanzini (62'), para seguir soñando con salir campeón a dos fechas del final.
Independiente dió un paso fatal en el Monumental y tras el segundo gol de River, algunos de sus hinchas rompieron el alambre de la tribuna Centenario al ver que se apagaba la ilusión de mantenerse, como toda su rica historia, en la máxima categoría.
El equipo de Miguel Brindisi tenía un difícil compromiso ante River, que pelea por el título, y sólo la victoria le servía, aunque no lo salvaba, para colmo, una vez pasados los minutos de estudio entre un equipo y otro, Iturbe aprovechó una sucesión de rebotes y definió sólo ante Rodríguez, hasta ahí, el encuentro era parejo e incluso tuvo una clarísima el rojo en la cabeza de Fredes, que quizá siguió la jugada por instinto, pensando que estaba en posición adelantada, y por eso no logró direccionar el tiro. 
El nivel de presión aumentó constantemente después de ese gol, en una situación así, el cerebro ya no tiene total libertad para manejar el cuerpo, y la desesperación por acercar la pelota al arco rival, hace que el pelotazo vertical sea opción antes que el toque corto y horizontal, por eso en ningún momento el cuadro de Avellaneda pudo revertir el resultado.
Encima, en el complemento Iturbe dió una exhibición brillante de su condición física y con un pique fantástico por la izquierda le dejó servido el gol a Manuel Lanzini, que llegó con envión, inclinó el cuerpo hacia la izquierda, abrió el pie derecho, y la clavó al ángulo. Lamentablemente, el segundo tanto del Millonario hizo explotar de furia a varios hinchas de Independiente, que rompieron un alambrado y se pararon inconscientemente en los techos de chapa de la platea de River, y revolearon varios asientos de plástico hacia abajo.
Para evitar que cumplieran su objetivo de suspender el partido, el árbitro Saúl Laverni decidió que el encuentro se siguiera jugando, y sobre el final Montenegro (89') clavó un derechazo que le dió un poco de ilusión al Rojo, que se diluyó en los últimos instantes. 
Una victoria de Argentinos Juniors mañana decreta el descenso de Independiente, que ahora más que nunca, está a un paso del infierno.

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