Superando el primer cuarto, fue Quilmes el que se apropió del dominio a partir de la tenencia de la pelota en zona de ataque, ante un adversario que perdió el control del esférico y cedió protagonismo en el cotejo.
Llegando a la media hora, Colón hacia un culto de la posesión de la pelota, pero no encontraba los caminos para vulnerar la siempre bien plantada defensa quilmeña.Con Sebastián Prediger como estandarte, el Sabalero metió a Quilmes en su propia área, pero se repitió en centros intrascendentes que no inquietaron a Tripodi y compañía.
En este contexto, cuando el reloj marcaba 41 minutos, el visitante encontró de pelota parada todo lo que el local no pudo en el juego asociado.
A la salida de un córner, una gran jugada preparada derivó en el centro de Cauteruccio y el toque de Caneo para abrir el marcador aún sin merecerlo.
En el comienzo del segundo período, si bien parecía que era Colón el que pretendía asumir el protagonismo, fue Quilmes el que manejó los hilos del encuentro.
Sobre los 4 minutos, el propio Caneo ejecutó con maestría un tiro libre en el borde del área y dejó sin chances a Pozo para establecer el 2-0.
La segunda conquistá dejó sin respuesta al Sabalero, un equipo que ya no tenía la pelota, que no mostraba actitud y que parecía entregado.
A los 60', otra buena maniobra de Elizari y Caneo terminó en la habilitacion y la definicion de Cauteruccio para estampar el 3-0 que terminaba de liquidar la historia.
Con semejantes diferencias en el rendimiento y en el tanteador, al partido claramente le sobraron 30 minutos. Colón contó con un par de ocasiones en los pies de Bruno Urribarri y Facundo Curuchet, pero demostró claramente que no estaba en su tarde.
El partido terminó entregando un resultado tan contundente como merecido, en favor de un equipo que aprovechó el enorme nivel de Caneo y manejo los hilos del juego para quedarse con una victoria fundamental en sus aspiraciones de quedarse en Primera.
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