El partido fue pobre, Milan sufrió más de la cuenta la ausencia de Montolivo, porque nadie se
mostró capaz de distribuir el juego con las geometrías y la creatividad
del ex violeta, en frente Torino, en el
que solo Cerci se acercaba a Barreto arriba, para buscar alguna
chance ofensiva. El único que logró jugar realmente un buen partido, y que por eso se mereció la mención de figura de la cancha, fue el lateral izquierdo rossonero Kevin Constant, muy activo por su franja a lo largo de los 90 minutos y de trabajo casi perfecto, tanto en la fase defensiva cuanto en la tarea de propulsión y ataque. En la segunda etapa, máxime luego del ingreso de Pazzini por El Shaarawy, quien sigue sin encontrar el gol desde finales de febrero, Milan redobló el esfuerzo ofensivo y, por lo menos, pudo disminuir los peligros creados por las contras del rival.
El partido parecía destinado a terminar sin goles, pero al minuto 84, en jugada de tiro de esquina, la defensa despejó, Niang recuperó y lo habilitó a Nocerino quien, desde la izquierda, metió el centro pasado por el segundo palo se había quedado Mexés: el francés, de cabeza, la bajó para el ingreso en atropellada de Pazzini y Balotelli, con Súper Mario que llegó mejor a la cita con el gol y no tuvo problemas para empujarla adentro de zurda, su noveno tanto en diez partidos con la camiseta rossonera.
Tres puntos pesadísimos para un Milan que, luego de un segmento central de torneo brillante, parece sufrir el último tramo del campeonato, pero ahora, con Pescara, Roma y Siena en los últimos tres partidos, la tercera plaza parece realmente asegurada.
Torino, la próxima fecha, tendrá en su cancha, un verdadero desempate "permanencia" ante Genoa, de fracasar en ese encuentro, a Torino le quedarán Chievo en Verona y Catania como local para redondear positivamente una temporada que realmente no merecía tanto sufrimiento.
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