River Plate se quedó
en el Cilindro de Avellaneda con el clásico ante Racing Club por 2-0, y
volvió a ponerse en carrera en la pelea por el Torneo Final.
Leandro
González Pirez (11'), quien se fue lesionado sobre el final del primer
tiempo, y Manuel Lanzini (88'), una de las figuras de la cancha, anotaron para
un River que se reencontró con una victoria en el clásico después del
regreso a Primera División.
Racing quedó en deuda y
demostró que es un equipo confundido, sin ideas claras ni argumentos
para lastimar el arco contrario, especialmente cuando el rival se le
planta a jugar de igual a igual.
River asumió el
protagonismo desde el inicio y se hizo fuerte en la zona media apostando
a su prolijidad para manejar y tocar la pelota, frente a un rival al
cual le costó muchísimo armar juego.
A los 8 minutos se produjo la primera llegada
concreta de River, a través de un disparo de Rojas que se fue por arriba
del travesaño.
La ventaja llegó a los 11 minutos, con un
certero cabezazo de González Pirez, quien le ganó la posición a Mario
Bolatti, y colocó el balón sobre el ángulo superior derecho, tras un
corner por derecha de Lanzini.
A partir de ahí River
continuó monopolizando la pelota pero le faltó profundidad para estirar
la diferencia. Lo de Racing siguió siendo muy tibio, con jugadores
incómodos en sus posiciones, y sin un eje que se hiciera cargo del
balón.
Sobre los 36 minutos, el árbitro Pablo Díaz no cobró
una infracción dentro del área de González Pirez a Luis Fariña, lo que
hubiese significado el penal que pudo darle al local una inmejorable
chance para lograr un empate por el cual no había hecho nada.
En
un capítulo netamente favorable, River estuvo a punto de cerrarlo con
el segundo gol, pero el bombazo de Lanzini se fue cerca de la base del
palo derecho del arco defendido por Sebastián Saja.
En el
complemento Racing tuvo otra actitud, aunque siguió con sus problemas
para la elaboración de juego. Mejoró con el ingreso de Diego Villar,
quien se acomodó por el sector derecho del mediocampo, y con el empuje
de todos metió a River contra el arco de Marcelo Barovero.
River
ya no tuvo la dinámica ni el protagonismo del primer tiempo, pero cada
vez que se dignó a atacar fue mucho más peligroso que su rival.
A
los 7 minutos, Sánchez se lo perdió solo frente a Saja, y a los 36' fue
Rodrigo Mora, quien desperdició una inmejorable chance frente al arco.
La
mejor chance de Racing fue a los 24 minutos cuando Bruno Zuculini
cabeceó un centro que Villar envió desde la derecha, pero la pelota
rebotó con violencia en el travesaño.
Parecía que el final
se iba a desarrollar en las cercanías del arco de River, pero a los 43'
,
Lanzini aprovechó un contragolpe, tomó mal para a la defensa local,
eludió a Saja y anotó el 2 a 0.
River ganó bien porque
desde el comienzo impuso sus condiciones frente a un Racing que sigue
sin despegar, y se fue muy cuestionado por sus hinchas.
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