FLUMINENSE AVANZA A OCTAVOS

El Fluminense se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores al ganarle por 1-0 al Caracas, que terminó como colista del Grupo 8, gracias a un solitario gol de Rafael Sobis (53').
El equipo carioca, a pesar de jugar un partido irregular, impuso su calidad técnica para lograr su primera victoria en casa, que le permitió terminar con 11 puntos en el grupo, el Caracas, demasiado inocente, no llegó a incomodar en exceso y no tuvo los arrestos suficientes para luchar por la victoria, que necesitaba para optar a clasificarse a octavos.
Con este resultado, el Fluminense y el Gremio brasileño, con 8 puntos, pasaron a la siguiente ronda, mientras que el Huachipato chileno, con 8, y el Caracas, con 6, acabaron eliminados.
Exiliado al estadio São Januario por el cierre temporal del Engenhão, el Fluminense no se sintió en casa y su juego no fluyó con el garbo que le es habitual.
El estado irregular del césped, alto y espeso, contribuyó a que a los cariocas les costase grandes esfuerzos llegar con peligro al arco venezolano, a pesar de que la zaga del Caracas no lució de excesiva firmeza en el arranque del partido.
El Fluminense solo consiguió romper la defensa venezolana en dos ocasiones antes del descanso, en sendas internadas por las bandas, que se revelaron como los puntos más frágiles del Caracas, pero la falta de puntería y los buenos reflejos del guardameta Renny Vega evitaron el gol.
La mejor ocasión en la primera etapa fue un zapatazo desde la frontal del área con la firma de Rhayner que se estrelló en el travesaño, un espejismo en un juego muy plano hasta entonces.
El Caracas intentó ser agresivo tras la reanudación, buscó el gol por primera vez y avisó primero con un tiro raso de Ángelo Peña y luego y en un remate al poste de Dany Cure.
Ese par de sustos despertaron al Fluminense, que a renglón seguido inauguró el marcador por medio de Rafael Sobis, que aprovechó un buen centro al área de Carlinhos seguido de un rebote en la defensa caraqueña.
A pesar del gol, el Fluminense no conseguía jugar con sosiego, el equipo seguía atolondrado, sin continuidad en la transición entre defensa y ataque, a la vez que permitía que el Caracas diese algún susto puntual, que siempre fueron abortados por un atento Diego Cavalieri, arquero suplente de la selección brasileña.
El Fluminense dispuso de una gran ocasión para ampliar el marcador en los últimos instantes del partido, pero los reflejos de Renny Vega evitaron tres remates sucesivos de los brasileños.

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