Con goles de Josip Ilicic (21') y Fabrizio Miccoli (35')
Palermo le ganó a Roma por 2 a 0 de local, en el estadio Barbera de su
ciudad, en uno de los partidos de la trigésima fecha del campeonato
italiano.
Un resultado que la deja a la Loba con 47 puntos y sexta junto a
Inter, que sin embargo debe aún recuperar un partido, mientras que los
rosanegros, por mérito de este triunfo, se pusieron antepenúltimos con 24
unidades, a tres de distancia de la zona de permanencia.
Debía ser la fiesta de Totti, por sus 20 años en Serie A, pero
terminó por ser el día de los sicilianos, quienes mostraron el carácter
duro de Sannino y con este triunfo regresaron a tener chances de
salvarse.
Un Palermo duro y eficaz bajó muy
concentrado desde el primer minuto y si bien le concedió algo a su
rival, creó las mejores ocasiones y atacó con mayor decisión, partiendo
el travesaño con un disparo de Miccolio al séptimo minuto y pasando
en ventaja al 21', el "diez" rosanegro metió un gran centro desde la
izquierda, que Ilicic controló cerca del límite del área, para
luego amagar el disparo cruzado y, en realidad, "cerrar la pierna" y
sacudir un remate rasante al primer palo que lo dejó pagando al defensor
y clavado al portero rival.
El anfitrión seguía mostrando lo mejor, frente a una Loba apagada y
sin ritmo, que sin embargo tuvo dos buenas chances para igualar, primero
con una pifia de Marquinho y luego con un remate de Totti, quien
disparó demasiado central desde buena posición, desperdiciando una
clamorosa chance.
Los sicilianos, que habían rozado el segundo ya pocos segundos más
tarde del 1 a 0 con un remate de Kurtic rechazado por un palo, le
cortaron las piernas a los giallorossi anotando la doble ventaja al
minuto 35.
Esta vez los roles se invirtieron, pero de manera muy matemática
cambiando el orden de los factores el producto no cambió, Ilicic se
escapó por izquierda, gambeteó un rival y puso el centro bajo hacia el
segundo palo, por donde Miccoli, anticipó a
Burdisso conectando el esférico con un cachetazo de externo derecho
suficiente para inflar la red a las espaldas de Stekelenburg.
En el complemento estuvo encomiable la defensa local, que supo
adaptarse a una Loba diferente, con Pjanic y Osvaldo por Tachtsidis y
Perrotta, y por gran parte de la segunda etapa, en lugar de sufrir,
terminó por regalar las emociones mejores, rozando de contra en más de
una ocasión .
De todas maneras la calidad de Roma no es poca y así los capitalinos
tuvieron sus chances, pero las mejores llegaron demasiado tarde y no
lograron ni siquiera obtener el descuento, mérito también de Sorrentino,
quien le sacó un gran derechazo con comba a Osvaldo con una tapada
monumental.
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