Tottenham, con dos goles del galés Gareth Bale (13' y 90'), venció por 3-2 de
visitante a West Ham y alcanzó el tercer puesto de la Premier League,
tras la 27ª jornada.
En el 20° aniversario de la muerte de
Bobby Moore, con toda la Premier honrando la memoria del "6" del West
Ham, el único capitán inglés que alzó una Copa del Mundo, Hammers y
Spurs ofrecieron un buen espectáculo con el balón casi siempre en una de
las áreas, que resolvió el jugador de más calidad.
Bale ya
no es un jugador con unas portentosas facultades que ocupa toda la
banda izquierda, con André Villas Boas se ha reconvertido en un segundo
delantero, con jerarquía para ocupar todo el frente de ataque, que tiene
a Adebayor como complemento, hoy bastante desacertado.
Bale ha marcado siete de los últimos ocho goles de su equipo,
y el galés asume su condición de estrella, porque casi todos lo buscan,
ejecuta los tiros libres y hasta los córners.
Ante el West
Ham, además, marcó en su primer intento, un zurdazo desde fuera del área
mal defendido por los "hammers" que
supuso su 14° gol en la Premier. No ofreció, sin embargo, mucho más en la primera mitad el Tottenham, que se vió empatado diez minutos después, por un penal
cometido por Scott Parker sobre Andy Carroll (25') que transformó el ex jugador del Liverpool.
Jussi Jaaskelainen, el
guardameta finlandés, en su partido 500 en el fútbol inglés, fue la
estrella de los Hammers, y llegó a desesperar al Tottenham con media
docena de brillantes intervenciones, la más espectacular en el segundo
tiempo al rechazar desde el suelo un remate de cabeza de
Adebayor desde el área pequeña.
Casi acto seguido, adelantó
Joe Cole a los "hammers" (58') que creyeron en la victoria hasta que
el islandés Sigurdsson logró un embarullado empate (76') y un precioso
disparo de Bale, en el minuto 90, dió al Tottenham el triunfo en Upton
Park, uno de los campos más complicados de Inglaterra, en el que se
graduó definitivamente el galés.
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