Bale ya no es un jugador con unas portentosas facultades que ocupa toda la banda izquierda, con André Villas Boas se ha reconvertido en un segundo delantero, con jerarquía para ocupar todo el frente de ataque, que tiene a Adebayor como complemento, hoy bastante desacertado.
Bale ha marcado siete de los últimos ocho goles de su equipo, y el galés asume su condición de estrella, porque casi todos lo buscan, ejecuta los tiros libres y hasta los córners.
Ante el West Ham, además, marcó en su primer intento, un zurdazo desde fuera del área mal defendido por los "hammers" que supuso su 14° gol en la Premier. No ofreció, sin embargo, mucho más en la primera mitad el Tottenham, que se vió empatado diez minutos después, por un penal cometido por Scott Parker sobre Andy Carroll (25') que transformó el ex jugador del Liverpool.
Jussi Jaaskelainen, el guardameta finlandés, en su partido 500 en el fútbol inglés, fue la estrella de los Hammers, y llegó a desesperar al Tottenham con media docena de brillantes intervenciones, la más espectacular en el segundo tiempo al rechazar desde el suelo un remate de cabeza de Adebayor desde el área pequeña.
Casi acto seguido, adelantó Joe Cole a los "hammers" (58') que creyeron en la victoria hasta que el islandés Sigurdsson logró un embarullado empate (76') y un precioso disparo de Bale, en el minuto 90, dió al Tottenham el triunfo en Upton Park, uno de los campos más complicados de Inglaterra, en el que se graduó definitivamente el galés.
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