Con ese desenlace, los jugadores del Sao Paulo comenzaron la celebración del título tras haber terminado en ventaja 2-0 el primer tiempo del partido que se disputaba en el estadio Morumbi.
Después de los minutos reglamentarios de descanso, la plantilla del Sao Paulo regresó normalmente a la cancha del Morumbi, pero el onceno de Tigre no se presentó para los 45 minutos finales con el argumento de que no tenían garantías.
Tras esperar en vano durante largos minutos que el plantel argentino retornara, el árbitro dió por terminado el partido y los jugadores y más de 65.000 hinchas del equipo local presentes en el estadio irrumpieron en celebraciones.
Los goles que dieron el título al Sao Paulo fueron anotados por Lucas, en el minuto 22 y por Osvaldo en el 27,
Todo transcurría con normalidad, Sao Paulo ganaba 2-0 al término del primer tiempo con goles de Lucas (22) y Osvaldo (28). Camino al vestuario, aún en la cancha, algunos jugadores se fueron a las manos.
Las cosas empeoraron y al parecer continuaron en el túnel del vestuario. Los jugadores de Tigre aseguran que fueron agredidos por los propios agentes de seguridad.
Otras versiones, aseguran que los jugadores de Tigre fueron en búsqueda de los de Sao Paulo y por ello, los agentes de seguridad del estadio los agredieron incluso con armas de fuego.
Tigre se negó a regresar. Sao Paulo ya estaba en el campo para el inicio del segundo tiempo. Se esperó la salida de la visita cerca de media hora, pero ello no sucedió.
Ante esta situación, el juez del partido, el chileno Eduardo Osses, dio por terminado, ojo no suspendido, sino por terminado el encuentro. Inmediatamente los futbolistas y comando técnico de Sao Paulo empezaron a celebrar.
Terrible final para lo que debió ser una fiesta futbolística. Sao Paulo es campeón de la Copa Sudamericana 2012, pero la polémica no terminará aquí.