Liverpool consiguió establecerse en la mitad de la clasificación de la
Premier League, después de imponerse al Southampton en Anfield (1-0).
Los Reds dominaron por completo la primera mitad, asediando
continuamente la portería de Paulo Gazzaniga, quien no sentía lo duro,
sino lo tupido, pues los locales intentaban marcar por cualquier vía:
disparos, paredes, centros, etc.
En total, Liverpool envió 14 disparos al arco de los Santos, que se
mantuvieron replegados en su campo, buscando tímidamente alguna
oportunidad con contragolpes.
El premio de los rojos llegó dos minutos antes del descanso, cuando
Gaston Ramírez derribó a Luis Suárez a las afueras del área visitante.
El propio charrúa cobró la falta, estrellando la pelota en el
travesaño; el rebote le cayó a Glen Johnson, quien centró justo a la
posición de Martin Skrtel, para que éste se levantara y conectara un
certero cabezazo al ángulo izquierdo de Gazzaniga.
Southampton mejoró sustancialmente en la segunda mitad, proponiendo más al ataque y controlando más tiempo el esférico.
Y aunque los Reds tampoco dejaron de ir al frente, poco a poco los
Santos fueron apretando, hasta tener al local más preocupado por no
permitir el empate, que por buscar el segundo.
En tiempo de compensación, Suárez casi sentencia, pero su definición
paso apenas afuera del marco; sin embargo, el 1-0 fue suficiente.
Los Reds llegaron a 19 puntos en el undécimo puesto de la tabla,
Southampton ya cayó a puestos de descenso, con 12 unidades.
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