Juventus venció al Palermo gracias al gol de Stephan Lichtsteiner (50'), y con este resultado suma 38 puntos y extiende a cinco su
ventaja sobre el segundo.
Palermo, por su parte, sigue teniendo 14 unidades y, ahora, ocupa el
antepenúltimo escalón de la tabla, es decir el umbral del descenso, en
copropiedad con Pescara y Bologna, este último cuadro con un partido
menos.
El triunfo de Juventus fue merecido y hasta pudo haber sido por mayor
diferencia, Palermo, que con Gasperini al mando estaba invicto como
local, fue un rival digno y se mantuvo en la pelea hasta el final, a
pesar de jugar los últimos minutos en inferioridad numérica por la
expulsión de Morganella.
El primer tiempo fue bastante equilibrado,
con Juventus que trataba de aplastar a Palermo en su área sin lograrlo
con continuidad, al punto de que, al final de los primeros 45 minutos,
la posesión de pelota estaba casi perfectamente dividida entre ambos
rivales.
Las más claras, sin embargo, fueron de la visita: un palo que le negó
el gol a Vucinic, quien trató de aporvechar sin suerte el corto rechazo
de Muñoz luego de un violento remate de Marchisio, y otra con Matri,
quien quedó de cara al gol, habilitado por Vidal, pero se dejó cerrar el
ángulo por ese excelente arquero que es Ujkani.
En el entretiempo, una verdadera tormenta azotó el Barbera, inclusive
con granizo, dejando la cancha en muy mal estado sin
embargo, nadie debe haber informado a Gasperini, quien decidió el
ingreso de Brienza por Pisano, algo que con el terreno de juego muy
pesado terminó siendo un cambio equivocado.
Los equipos volvieron a la cancha y, en cinco minutos, cambió el
partido: Vucinic astilló el poste con un hermoso zurdazo cruzado, luego
Palermo reclamó sin éxito un penal por una mano de Pirlo.
Despues, el propio Pirlo metió un
estupendo pelotazo que Vucinic, por lejos la figura de la cancha, bajó
de pecho de manera acrobática y espectacular, el delantero, de
espaldas al arco, esperó la llegada en percusión de Lichtsteiner para
servirle una deliciosa asistencia de taco, que el suizo no desaprovechó y
transformó en gol con un preciso derechazo cruzado al segundo palo.
Gasperini, quien ya con el ingreso de Brienza había vuelto a la
defensa a cuatro, con Donati que subió a la mitad de la cancha, metió
otro cambio ofensivo con el ingreso de Dybala por el propio Donati, pero
pocos minutos después llegó la expulsión de Morganella (dos amarillas
en menos de cinco minutos, muy ingenua la segunda) y el partido de hecho
se cerró ahí.
Porque Palermo, con mucha generosidad, buscó el empate pero sólo tuvo
alguna aproximación con jugadas de pelotas paradas, mientras que
Juventus tuvo grandes espacios de contra y erró dos goles increíbles,
con sendos "mano a mano" de Bonucci y Vucinic.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario