Lo sucedido este domingo en Avellaneda fue un reflejo de lo que fue el equipo a lo largo del campeonato: consiguió una rápida ventaja, no la supo sostener y le dieron vuelta el resultado, y al final empató jugando mal.
Corría un minuto de juego e Independiente empezaba a ganar. Pero el equipo dirigido por Américo Gallego estuvo lejos de aprovechar al máximo esa ventaja.
Colón, ante esto, no hizo demasiado, fué ordenado y especulativo, ni Lucas Mugni ni Emmanuel Gigliotti fueron acompañados, y por eso el equipo de Roberto Sensini estuvo lejos de preocupar a la defensa de Independiente.
En el complemento Colón pegó primero, a los 3 minutos, Adrián Bastía puso un pelotazo por detrás de los centrales, Gigliotti picó sólo y definió sobre la salida de Diego Rodríguez.
Apenas habían pasado tres minutos cuando otro pelotazo, pero esta vez a espaldas de Leonel Galeano, le permitió a Gabriel Graciani llegar al fondo de la cancha y enviar un centro, que fue conectado por Gigliotti para poner el 2-1 parcial.
En el 63', Villafañez se fue por derecha y casi cayéndose tiró un centro que encontró al Tecla Farías libre de marca, para empujar la pelota al fondo de la red.
Asi, Independiente cerró el peor año de su historia futbolística, lo cual lo deja cerca del descenso, circunstancia nunca vivida por el club de Avellaneda.
Siete jornadas consecutivas sin victorias, sumadas a un año completo de bajas actuaciones, derrotas y problemas entre la directiva y los grupos violentos de su hinchada, constituyen el peor escenario posible para un equipo de gran popularidad, considerado uno de los cinco grandes del fútbol de su país.
Al finalizar el encuentro, decenas de hinchas insultaron a los futbolistas, especialmente al lateral paraguayo Claudio Morel Rodríguez y al centrocampista Hernán Fredes.
Los jugadores salieron del estadio Libertadores de América por una puerta del vestuario visitante, en medio de una fuerte operación de seguridad, lamentable.
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