El batallador y rápido aunque limitado conjunto árabe volvió a desnudar las debilidades defensivas con las que viene penando y que al técnico Alejandro Sabella le cuesta solucionar.
La ausencia de Gonzalo Higuaín tal vez haya restado pólvora en la definición, su reemplazante, aunque jugando más retrasado, Eduardo Salvio, tuvo tres combinaciones buenas con Messi, pero falló cuando tuvo que definir tras una gran jugada de la Pulga sobre el final del primer tiempo.
Justamente uno de esos pelotazos llevó a Al Shamhrani a ganarle las espaldas a los defensas y al cruzar el disparo Sergio Romero logró desviar y la pelota salió lenta junto a un palo aunque Federico Fernández no la dejó ir de la cancha, no hubo un árabe para empujar al gol.
Sobre los 27' un tiro libre tras infracción del defensor del Napoli derivó en un centro frontal, cabezazo de Al Sharharani, la pelota cruzó por arriba de Romero y se metió en el arco pero el referí acertó al hacerle caso al línea que detectó por centímetros una posición adelantada del autor de la conquista.
En el segundo tiempo, Argentina reaccionó al final, una triangulación entre Agüero, Salvio y Messi, que se tomó el tiempo para definir desde la puerta del área, tomó bien parado al arquero Abdullah, de gran trabajo.
Augusto Fernández entró por Tino Costa y por un momento tuvo más movilidad por el sector derecho, aunque flaqueó el medio, también entró Franco Di Santo por Salvio para meter más fuerza y altura en el área rival.
El primer susto fue para Argentina porque Al Shalhawi rápido se llevó un rebote en Romero y casi sin fuerza su disparo quedó en los pies de Coloccini, sobre la línea, Romero por esos minutos tapó otro disparo tras corrida de Al Shamhrani.
En los últimos minutos a Argentina le rindió el número de jugadores de ofensiva y se metió en el campo del local.
Lo mejor fue una gran jugada con pausa de Agüero para entrada de Messi, que eludió a un defensa pero Abdullah se quedó abajo con la pelota.
Acostumbrado a disfrazar esas deficiencias con su potencial arriba, esta vez la resignación llegó en ambas áreas, desacertado Di María, desaparecido Salvio y con Messi perdido entre líneas en su intención por conectar con Agüero, Argentina deambuló por la línea de tres cuartos, apenas un par de ocasiones del "Kun" y de Leo en el tramo final del partido fueron el pobre bagaje ofensivo de los de Sabella.
El partido estaba condenado a no presenciar goles, y así fue y en un partido ante Arabia Saudí, por muy bien que se empleen los hombres de Rijkaard, el dato es como para preocuparse.
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