Con esta victoria el equipo gallego coge aire y se aleja algo de los puestos de descenso, y la derrota priva al Real Zaragoza de mirar hacia la parte alta de la clasificación.
Sin embargo, el dominio era estéril porque no acaba con remates a puerta, el conjunto de Zaragoza se empeñaba en intentar entrar por el centro de la zaga viguesa, pero ésta se mantenía firme y evitaba cualquier posibilidad de peligro o de penetraciones.
El Celta, que no sufría en su área, apenas se acercó por la de su oponente por lo que ambos guardametas fueron prácticamente meros espectadores de lo que ocurría en el rectángulo de juego.
La prueba de la poca efectividad de ambos conjuntos fue que la mejor oportunidad para marcar en este periodo llegó en un remate del zaragocista Edu Oriol que desvió un defensa y que salió fuera por poco.
Tras el descanso, el panorama apenas cambió porque, aunque el conjunto maño siguió dominando ante un Celta aseado en defensa, nadie era capaz de poner lo que se suele llamar "el último pase".
El equipo de Manolo Jiménez tuvo su gran oportunidad a poco de regresar al campo tras el intermedio en una doble ocasión del canterano Víctor Rodríguez y del portugués Helder Postiga, pero en ambos casos la intervención del meta Javi Varas evitó el tanto.
El partido se mantuvo en los mismos parámetros y, como había ocurrido en los primeros 45 minutos, nadie era capaz de crear peligro hasta que Iago Aspas, con un remate colocado en el minuto 71 puso a prueba a un acertado Roberto.
Cuando parecía que el partido se encaminaba al empate un contragolpe foráneo lo culminó su goleador Iago Aspas, en el minuto 82, que acabó por darle su primer triunfo de la temporada lejos de Balaídos al conjunto de Paco Herrera.
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