El ecuatoriano Emelec sorprendió en su casa al actual campeón de la Copa Sudamericana, Universidad de Chile,
al sacarle un empate de 2-2 en el partido de ida disputado en Santiago
por los octavos de final de la versión 2012 del torneo internacional.
El argentino Luciano Figueroa, a los 17 minutos, y el ecuatoriano
Marlon De Jesús, a los 41', prolongaron con sus goles la agonía de la U,
que desde comienzos de septiembre se encuentra enemistado con el
triunfo.
El argentino
Enzo Gutiérrez, puso el empate transitorio a los 19 minutos, y el chileno
Sebastián Ubilla, la igualdad definitiva a los 46'.
El partido de vuelta de los octavos de final se jugará en territorio ecuatoriano el 25 de octubre.
En
los primeros 45 minutos, el equipo de Jorge Sampaoli lanzó algunas
escaramuzas ofensivas lideradas por Ubilla y Gustavo Lorenzetti, pero
careció del control del balón en la mitad de la cancha y puntería en el
remate final.
Mientras, el ordenado esquema mostrado por
los hombres rivales, cimentados en su cualidad para robar el balón y
esconderlo, desesperó al rival, su recompensa llegó a los 17
minutos cuando el delantero argentino Marcos Mondaini sirvió desde la
derecha a su compatriota Figueroa, quien remató con derecha fulminante
que dejó sin opciones al arquero Johnny Herrera.
Dos
minutos después vino el empate de la Universidad de Chile, tras un
centro por la izquierda de Eugenio Mena, pelota que no pudo repeler el
arquero Wilmer Zuma, pero que sí aprovechó Enzo Gutiérrez para
introducirla en el fondo de la red con un cabezazo.
A los 41 minutos y tras una falla de Charles
Aránguiz, la pelota se la llevó Mondaini, amagó, centró al área,
nuevamente falló Aránguiz que lo intentó trabar, pero la instancia la
aprovechó Marlon De Jesús para batir de pierna derecha a Herrera.
Nada
más empezar el segundo tiempo, Ubilla se hizo presente en el marcador.
Tras recibir un largo pase de José Rojas, con tremendo zapatazo logró la
igualdad para la Universidad de Chile.
La genialidad mostrada por Ubilla, nada más comenzar el segundo tiempo, se repitió en varios pasajes del encuentro.
Sin
embargo, la ordenada defensa liderada por Wilson Morante y Gabriel
Achilier, más los reflejos felinos del arquero Wilmer Zumba fueron
determinantes para ahogar varias oportunidades de gol.
Este
encuentro de ida de octavos de final de la Copa Sudamericana se jugó en
el Estadio Nacional, de Santiago de Chile, ante 20.000 personas.
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