Granada y el Villarreal empataron sin goles en el Estadio Nuevo
Los Cármenes en un encuentro en el que las ocasiones más claras llegaron
al final, sobre todo para los locales, que se toparon un sensacional
Sergio Asenjo.
El cuadro visitante tuvo más posesión de balón, sobre todo en una
primera parte aburrida y sin opciones de gol, aunque los andaluces
mejoraron con los cambios y acabaron asediando a un oponente que no
renunció nunca al triunfo.
Con demasiado respeto entre ambos equipos y mucho más acierto de los
contendientes en tareas defensivas que ofensivas transcurrió una primera
parte en la que no se produjo ningún disparo entre los tres palos.
Granada tuvo un inicio de partido fulgurante disponiendo a los tres
minutos de su mejor ocasión del primer tiempo, pero el cabezazo del
joven nigeriano Isaac Success se marchó ligeramente desviado.
Villarreal fue creciendo con el paso de los minutos a partir de
crecer su posesión del balón y su contestación llegó en un tiro del
activo Mario Gaspar, tras cazar un rechazo en el área, que tampoco
encontró portería.
Superada la media hora pudieron marcar de nuevo los visitantes en un
contragolpe que acabó con un disparo fuera del argentino Luciano Vietto
cuando estaba en franca posición para acertar.
La segunda mitad tuvo más ritmo y ambos equipos se mostraron más
peligrosos, a lo que ayudó los cambios realizados por ambos técnicos,
aunque tampoco es que hubiera un aluvión de ocasiones.
Roberto Fernández tuvo que intervenir por primera vez en un
intencionado cabezazo del brasileño Gabriel Paulista que se encontró el
rechazo del cancerbero al córner.
La respuesta rojiblanca llegó con otro cabezazo, este muy
intencionado de Alfredo Ortuño tras anticiparse a la zaga, que puso a
prueba a Sergio Asenjo.
Roberto casi se complica la vida un cuarto de hora después cuando un
mal despeje ante Denis Cheryshev casi le cuesta el gol a favor de los
visitantes.
Pese a dar la sensación de que a ninguno de los contendientes le
disgustaba el empate, los dos se volcaron en los instantes finales,
sobre todo el Granada, contando con claras posibilidades de romper el
resultado inicial.
Después de que Vietto y Cheryshev probaran desde lejos a Roberto,
Asenjo realizó cuatro paradas providenciales para salvar a los suyos.
Una ante el venezolano Darwin Machís, otra ante Fran Rico en una
falta lejanísima que se envenenó y dos más, que fueron extraordinarias,
ante los colombianos Jhon Cordoba y Jeison Murillo, está última en un
cabezazo a bocajarro.
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