tensión ambiental para sacar tajada de su visita a Chamartín. Pero ni los azulones son el Barça ni el Madrid fue el del Clásico, especialmente la BBC. Si ante el Barça, ni Bale, ni Benzema ni Cristiano Ronaldo estuvieron, ante el Getafe volvieron a recordar al tridente que recibió no hace tanto los elogios del planeta fútbol. Con total libertad de movimientos arriba y con Modric, James y Kroos sin la presión que tuvieron ante el Barça, el Madrid comenzó la goleada en el minuto cuatro con el 1-0 de Benzema (4') a centro de Pepe. Un gol que calmaba mucho el ambiente en una grada que pasaba del silencio al éxtasis con muy poco porque estaba deseando aplaudir a los suyos,
Tras el 1-0, el Real Madrid no bajó el ritmo y siguió
acosando a Guaita que evitó más goles blancos, pero
nada pudo hacer para que Benzema (16') marcara el 2-0. Era la tarde del
francés que fue felicitado por todos sus compañeros. El partido era un
festival blanco ante un Getafe que le dejaba hacer lo que quería al
Madrid y que apenas se acercaba al área de Keylor. El 3-0 blanco era
cuestión de tiempo y lo marcó Bale (35') a pase de Cristiano con una bajada de cabeza prodigioso, el mismo CR7 (39') puso el 4-0 al culminar una contra conducida por Kroos. La
BBC había vuelto a sintonizarse . Con ese 4-0 y el partido sentenciado,
se llegó al descanso con la sensación de que en la segunda mitad se iba a
ver una goleada histórica del Real Madrid a un Getafe que nunca fue
rival para los blancos.
El dominio local siguió en la segunda mitad pero
esta vez sin goles y con una cierta falta de ambición que convirtieron
el encuentro el aburrido.
La grada ya estaba comenzando a mosquearse cuando Alexis (69') puso el 4-1 en un saque de esquina. Eso provocó que
la afición blanca, a pesar del resultado, pitara a los suyos por no ser
ambiciosos, por no ir a por más goles y es que está visto que la grada
del Bernabéu está para darle pocas o ninguna concesión a los suyos. El
Getafe vio que ahí se le abría una puerta para poder maquillar el
resultado, esos pitos hicieron reaccionar a los blancos pero a la
afición blanca no le engañaron con eso y no dudó en seguir pitando al
equipo por su desidia. Así, con esa banda sonora y con escasas llegadas
de ambos equipos se llegó al final de un partido que comenzó con
aplausos para el Real Madrid y acabó con pitos por la actitud de los
jugadores de Benítez.
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