Atlético de Madrid cumplió el objetivo y se aseguró el pase a octavos
de final tras ganar 2-0 al Galatasaray en su estadio. Los dos goles
de Antoine Griezmann (13' y 65') permiten al equipo rojiblanco jugarse la primera
plaza en la última jornada ante el Benfica en Lisboa.
Con un
solo cambio respecto al equipo que ganó el pasado domingo al Betis en Liga saltó el equipo
rojiblanco en esta quinta jornada. José
María Giménez entró en la alineación por el montenegrino Stefan Savic, y
finalmente Juanfran Torres esperó su oportunidad en el banquillo tras
volver de su lesión. Los turcos, con el legendario Taffarel en el
banquillo de forma interina, saltaron al campo con toda su artillería
disponible. Su baja más sensible era la de Burak Yılmaz por sanción,
aunque el ariete turco aún no ha marcado en la presente Champions.
El Atlético apuró en sacar máxima renta de su primer remate a puerta, un centro de Gabi desde la banda derecha que Griezmann, con su
característica agilidad, cabeceó al fondo de la red poniendo el 1-0 en
el marcador. Con su octavo gol en la campaña, el francés quitaba la
presión al resto del ataque rojiblanco, criticado en las últimas semanas
por su falta de acierto. De paso, terminó de deprimir a un
Galatasaray, sin técnico y sin rumbo que vagó por la cancha del Vicente
Calderón condenado a apagar fuegos.
A partir de entonces no
hubo rival para el Atlético de Madrid, que ejerció un aplastante
dominio en la cancha. Gabi y Tiago hacían lo que querían en la media;
robaban, distribuían, empujaban a los turcos hacia su mitad de la cancha
y abrían el camino para su equipo. Koke creaba una oportunidad tras
otra y hasta
Carrasco, a pesar de que no estuvo tan fino y
desequilibrante como de costumbre, se movía. No había quien presionara a
los locales y peor aún para el conjunto turco, Claudio Taffarel,
técnico interino, tuvo que quemarse un cambio antes del medio tiempo por
la lesión de Jason Denayer. Si hasta entonces Carrasco se había movido
por su banda con relativa facilidad, sin su compatriota obstaculizando
el paso, tuvo vía libre para ir y venir a placer. Pero al
cuadro rojiblanco no le sienta bien jugar sin presión, especialmente a
sus delanteros, las oportunidades perdidas se sucedían una tras otra -
también a balón parado, su arma predilecta - y les tomó ocho intentos y
casi una hora más duplicar su ventaja. Otra vez tuvieron
que ser Griezmann y Gabi quienes sacaron al Atlético de Madrid adelante, Gabi recibió un balón en el borde del área y con
sangre fría midió la llegada de Griezmann para ponerle un pase al ras,
túnel a Chendjou incluido, para que el francés batiera a Muslera
marcando el 2-0. De los turcos no se había vuelto a saber desde el
primer intento de Sneijder. Pero de nuevo, el Atlético se dejó llevar
por su sensación de superioridad y con el pase a octavos de final en la
mano, bajó la guardia. Aún así, estuvo más cerca el cuadro local
de marcar el tercero. Nada más pudo ofrecer Galatasaray ni lo
exigió el Atlético, que se había dado por satisfecho mucho antes de que
llegara el silbatazo final.
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