Barcelona no pudo comenzar su defensa del título con victoria, Luis
Suárez (21') puso en ventaja a los suyos, pero Alessandro Florenzi (31') puso el
definitivo 1-1 con un golazo desde el centro del campo.
Ante
la amenaza que suponía el poderío en el juego aéreo del bosnio Edin
Dzeko, Luis Enrique optó por colocar a Jérémy Mathieu en el centro de la
zaga, acompañado por Gerard Piqué, el resto del equipo fue el habitual,
con el temido tridente formado por Neymar, Lionel Messi y Luis Suárez
en el frente de ataque. En el conjunto romano, el mito Francesco Totti
(a un solo gol de los 300 con el club capitalino) esperaba en el
banquillo.
Centrada en sujetar a Dzeko, dio la sensación de que la
defensa del Barcelona no contaba con la velocidad endiablada de Mohamed
Salah. En los primeros compases del choque, el egipcio decidió buscar
una y otra vez el pasillo entre Mathieu y Jordi Alba. El Barça tenía la
pelota, pero eran los romanos los que amenazaban con vertiginosas
contras.
Pero en el Barça no necesita percutir en exceso para
perforar la meta rival, y Suárez hizo el 0-1 con un
remate de cabeza, Ivan Rakitić recibió un buen pase en la esquina
derecha del área y, con todo el tiempo del mundo, levantó la cabeza para
poner la pelota al segundo palo. Allí apareció Suárez para
mandar la pelota al fondo de la portería de Wojciech Szczęsny.
Pero
la Roma se rehízo, y de qué forma, Alessandro Florenzi cogió
la pelota en su propio campo y empezó una aventura que parecía
arriesgada: encarar en solitario al centro del campo y la defensa
azulgrana. Pero a Florenzi le sobró confianza y calidad. El lateral
rebasó la línea divisoria, levantó la cabeza, vio adelantado a Ter
Stegen y soltó un tremendo derechazo desde más de 50 metros. La pelota
sobrevoló el cielo de Roma y pegó en el palo antes de besar la red, el Olímpico entró en éxtasis.
La
segunda parte siguió con la misma dinámica que la primera, Barcelona
gozaba de largas posesiones estériles, mientras que la Roma esperaba
para montar una contra que sentenciara el partido, Messi se
hizo sin saber cómo, con una pelota dentro del área y su disparo con la izquierda se
estrelló en el larguero. Antes, Rafinha se había tenido que retirar
lesionado del terreno de juego pocos minutos después de haber sustituido
a Rakitić. En la última jugada del partido, De Sanctis, que había
sustituido a un lesionado Szczesny, evitó el gol de Alba.
De
esta manera, el Leverkusen, próximo rival del Barça, es el primer líder
del Grupo E después de su goleada ante elBATE Borisov en el otro
partido de la sección.
El
Barcelona había marcado el 0-1 y controlaba el partido con su
habitual juego de posesión. Entonces, Alessandro Florenzi recuperó una
pelota en campo propio y se fue hacia arriba con toda la fe del mundo.
Cuando parecía que era él contra el mundo, el italiano sacó un tremendo
derechazo desde más de 40 metros y sorprendió a todos los presentes
en el Olímpico de Roma, Ter Stegen incluido.
Messi cumplió en Roma su partido número 100 en la UEFA
Champions League, se esperaba cualquier genialidad del atacante para
celebrar su centenario, pero no tuvo su mejor partido. Las constantes
ayudas de la Roma neutralizaron al de Rosario, que no pudo repetir en el
Olímpico la exhibición que nos brindó en la final de 2009.
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