River Plate consiguió un
contundente 3-1 ante San Lorenzo de Almagro en la casa del campeón de
America y se convirtió en el nuevo líder del Torneo de Primera División.
De
la mano de Leonardo Pisculichi (12'), la figura del partido y autor de un
golazo, River tuvo además reacción, ya que se recuperó de la conquista
inicial y prematura de Mauro Matos (6') y con cautela y un prolijo juego
colectivo dio vuelta el marcador por intermedio del colombiano Teófilo
Gutiérrez (59') y el juvenil Lucas Boyé (79'), de esta manera, el River de
Marcelo Gallardo sumó su cuarto triunfo consecutivo en el torneo y
volvió a superar a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro en campeonato
locales después de
diez años. San Lorenzo, que terminó con nueve
futbolistas por las expulsiones de Juan Mercier y Mauto Cetto, sigue sin
encontrar la forma y el funcionamiento que lo catapultaron
recientemente a la cúspide de América y todavía no logró sumar de a tres
en el presente certamen doméstico.
El partido tuvo un comienzo
electrizante y con emociones, dado las intenciones ofensivas de ambos
equipos y algunos desperfectos en que incurrieron en defensa, River
demostró que tiene buen pie y se plantó en campo del adversario, pero
una desconcentración en la salida le permitió a San Lorenzo abrir el
marcador Mercier habilitó
por derecha a Héctor Villaba, quien tomó a la retaguardia millonaria
desarticulada y habilitó por el medio a un solitario Mauro Matos para
que el goleador resolviera ante Marcelo Barovero.
Con el tanto
recibido, River siguió con su libreto y mantuvo su idea de avanzar por
los costados con toques cortos y armando buenas sociedades colectivas, asi llegó la igualdad: tras una buena jugada entre
Leonel Vangioni y Teófilo Gutiérez, la pelota le quedó a Pisculichi,
quien desde el vértice izquierdo del área grande sacó un latigazo
cruzado y letal que se metió al lado del poste izquierdo de Sebastián
Torrico.
Después el juego se hizo un poco más trabado en la mitad
de la cancha y, a pesar de que las situaciones de peligro escasearon,
River fue el más claro de los dos, en San Lorenzo se destacó la
sociedad que hicieron por derecha Julio Buffarini y Tito Villalba,
quienes aprovecharon la subidas de Vangioni por ese lado y fueron
constantemente una salida viable para el Ciclón.
En el segundo tiempo el anfitrión salió con una actitud más agresiva, pero esa
intención no le alcanzó para volver a pasar al frente. River, en cambio,
fue cauteloso, esperó su momento y liquidó el pleito, el uruguayo Carlos Sánchez comandó una réplica, cambió hacia al
izquierda para Pisculichi, quien se metió en el área y tiró un centro
rasante para que Teo llegara de frente por el segundo palo para consumar
el segundo gol. A partir de entonces, San Lorenzo se desordenó,
el nerviosismo de sus jugadores quedó reflejado en las expulsiones, y
River, tranquilo, le dio el último golpe, éste se concretó con un cabezazo de Boyé, luego
de un tiro libre ejecutado desde la izquierda por Tomás Martínez. Así
River volvió a pisar fuerte y con ráfagas de buen juego y practicidad
se quedó con el clásico para volver a ilusionarse con el bicampeonato.
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