CHIVAS Y CRUZ AZUL DECEPCIONAN

Chivas y Cruz Azul son dos equipos en crisis, de ahi el aburrido resultado (0-0) cada uno tiene sus diferencias, y en el Rebaño es donde se hace más evidente al padecer el problema del descenso cuyo fantasma lo acecha de manera amenazante, le falta gol y no solo porque sus delanteros estrellas Omar Bravo y Aldo de Nigris no se manifiestan, sino porque también el talentoso que llegó para este torneo con la misión de abastecer y ser el motor ofensivo, tampoco hace acto de presencia como indica su calidad.
Chivas es un equipo que sufre depresión por arrastrar su prestigio y no poder levantarlo en cada fin de semana.
Y por más que Carlos Bustos ajuste durante los entrenamientos, realice cambios arriba y abajo no hay respuesta en la cancha que se reflejan en la pobreza de los números al verse en los últimos lugares de la tabla general y porcentual.
Del otro lado, la "Máquina Celeste", presionado cada torneo para ganar un título de Liga, tampoco reacciona, es un equipo que transpira, corre, pelea, se entrega, pero el talento no aparece de los supuestos genios como el "Chaco" Giménez y Marco Fabián, quienes tuvieron algunos destellos, pero en la mayor parte de su participación pasaron inadvertidos, y en la misma sintonía se encuentran Formica y Rojas.
Así, con dos equipos desarticulados, era poco probable que los 32 mil aficionados que aguardaban un partido de acuerdo a la historia de los clubes, observara un buen un espectáculo, a excepción de acciones aisladas.
Inclusive, el principio del partido parecía apuntar a un horizonte distinto con el arranque intenso de Chivas con dos remates de cabeza de Gerardo Rodríguez, y que uno de ellos fue interceptado por el "Maza" Rodríguez.
Luego el "Chaco" tuvo la mejor oportunidad para lastimar a Chivas, el argentino naturalizado mexicano se escapó en contragolpe solo al área, pero el balón se le prolongó y Rodríguez salió al encuentro para despejar el peligro.
Después, Cruz Azul parecía jugar más con la ansiedad rojiblanca, lo esperaba con la tranquilidad del conocimiento de que ni Bravo, De Nigris y Reyna eran capaces de inquietar a Jesús Corona.
En el segundo tiempo, en la búsqueda de provocar respuesta en la cancha, Bustos no pudo esperar más a la reacción de Bravo y De Nigris y se vio obligado a exponerlos al abucheo estruendoso de una afición que ya no soporta la situación y los responsabiliza de la crisis del gol.
En el final, Reyna pudo ser el héroe de Chivas, y fue el villano, después, Pavone siguió los pasos de Ángel y todo quedó en cero.

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