El Beira-Rio, levantado en un relleno del río Guaíba, uno de los
emblemas de Porto Alegre, es el hogar del Sport Club Internacional, que
comparte con su acérrimo rival, el Gremio, el protagonismo del
polarizado fútbol de Rio Grande do Sul. Escenario de innumerables y
emocionantes clásicos entre ambos clubes y de cuatro finales de la Copa
Libertadores de América, el recinto se prepara para su misión más
importante: albergar cinco encuentros de la Copa Mundial de la FIFA
Brasil, uno de ellos el de cuartos de final del certamen.
El "gigante del Beira-Rio", mayor estadio de la región meridional de
Brasil y bautizado como José Pinheiro Borda, fue inaugurado en 1969,
tras casi un decenio de obras en las que la participación de los
seguidores del Inter fue muy eficaz: los hinchas colorados contribuyeron
aportando ladrillos, cemento y hierro, y algunos llegaron incluso a
dejar el Estadio de los Eucaliptos, anterior sede del club, cuando el
equipo iba mal para "animar" a los albañiles que trabajaban en el
Beira-Rio.
La remodelación del Beira-Rio, financiada por el propio Internacional a través del programa Gigante para siempre,
tiene como punto culminante la instalación de un innovador techo
metálico que protege los asientos, las rampas y el acceso a las
puertas. Se adoptó un proyecto modular para agilizar la construcción,
dividida en etapas, y evitar el cierre del estadio durante los trabajos.
Después de la reforma, el Beira-Rio dispone de un aforo de 48.849
espectadores.
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