Osasuna
y Valladolid, rivales directos en la lucha por la permanencia, empataron sin goles en un partido en el que sobrevoló el miedo a perder en
un encuentro de vital importancia para ambos equipos, que al menos
sumaron un punto, quizá valioso en el futuro en función de los próximos
resultados.
Salió mucho más metido en el partido Osasuna,
equipo que puso la posesión del balón y las ocasiones, y mayor ambición
para buscar la victoria ante un Valladolid muy conservador que apenas
llegó con peligro a la portería navarra.

Cejudo estrelló el balón en el larguero en la primera aproximación con peligro del Osasuna, mientras que un saque de falta lejano de Torres, con
peinada de Damiá, estuvo a punto de sorprender a Jaime, quien tuvo que
despejar con el pecho.
Fueron los mejores minutos de Osasuna, una acción posterior de Cejudo que no acertó a concretar un
remate dentro del área en buena posición. Mientras, el bagaje ofensivo
del Valladolid en la primera parte se ciñó a un libre directo en el
tiempo añadido que Víctor Pérez estrelló en la barrera.
El equipo blanquivioleta arrancó la segunda mitad más incisivo y a los
cinco minutos Víctor Pérez mandó el balón al larguero en un saque
directo de córner.
Solo un minuto después Osasuna
desperdició su mejor ocasión, un mano a mano de Cejudo contra Jaime. El
cordobés optó por el regate en vez del tiro y el portero visitante
abortó el peligro.
El encuentro entró en un
momento de incertidumbre y nervios por parte de ambos equipos,
conscientes de la importancia de lo que había en juego y la idoneidad de
al menos no perder un punto.
El Valladolid
tuvo una gran ocasión en las botas de Javi Guerra, pero Andrés
Fernández hizo una parada de mérito, y en el último minuto Marc Valiente
metió el miedo en el cuerpo a la afición local con un remate de cabeza,
mientras que Osasuna no definió en remates de Oriol Riera y Roberto Torres.
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