
Las dos ocasiones más claras de los primeros 45 minutos fueron para el Rayo en sendos disparos lejanos de Rubén Rochina y Alberto Bueno, ambos bien solventados por el portero visitante.
En la segunda mitad, el conjunto local salió muchísimo más enchufado que su rival y durante los primeros quince minutos realizó un asedio sobre la meta visitante con dos disparos a puerta de Trashorras y Rochina, cuatro saques de esquina cobrados y un remate de cabeza del argentino Joaquín Larrivey que salió desviado por poco, esa intensidad del Rayo metió el miedo en el cuerpo a Osasuna, que comenzó a perder tiempo en los saques de puerta de Andrés Fernández, dando la sensación de conformarse con un punto cuando aún faltaban treinta minutos sin embargo, cuando parecía que Osasuna estaba tocado, un fallo en la cobertura del rumano Rat por el lateral izquierdo dejó el carril libre para que Alvaro Cejudo ganara metros y pusiera un centro que Francisco Silva no acertó a rematar en carrera y que pudo significar el primer tanto del partido. Esa acción dio alas a Osasuna que pudo marcar de nuevo con un disparo ajustado desde fuera del área de Cejudo que Rubén tuvo que mandar a córner con una estirada.
Los últimos compases del partido fueron un monólogo del Rayo, que volvió al asedio ante un Osasuna que no hacía más que defenderse, tanto empuje tuvo su recompensa cuando José Carlos realizó una jugada individual que acabó en penal tras una acción con Damiá y que transformó el argentino Larrivey.
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