Dispuesta a convertirse en una "furia roja", por el color del
uniforme conmemorativo de los 50 años en la Primera División, la Máquina
Celeste de Cruz Azul cumplió y le regaló una excelente actuación, así
como un triunfo de 4-0 a su noble afición en el Estadio Azul.
El equipo de Luis Fernando Tena se regodeó ante Veracruz, dominando de
principio a fin, para terminar alcanzando en solitario la punta de la
tabla, por la cuarta fecha de la Liga Bancomer Mx.
El inmueble de la Colonia Nochebuena vivió
una fiesta, aún sin "La Sangre Azul" en su acostmbrada zona del
estadio, que esta vez estuvo vacía y custodiada por uniformados, pero
registró una gran entrada y las tribunas lucieron en rojo y azul y no en
azul y blanco, como habitualmente se muestran.
Los
cementeros saltaron muy dinámicos y motivados a la cancha, otra vez sin
el "Chaco" Giménez, que ni en la banca apareció, y con una delantera muy
activa, desde Formica hasta Rojas y Pavone.
Así, luego de
un gol anulado al 27', por un recargón de Perea en el área, dos minutos
más tarde Rojas (29') inauguró el marcador después de una gran
jugada, donde se llevó a la defensa y metió disparo que el portero
rechazó, pero el ecuatoriano estuvo para firmarla en el contrarremate.
Después
vino una mano en el área de los "escualos" que el árbitro no marcó, entre el ritmo que los celestes imprimían a las acciones y
el marasmo de la zaga visitante, cayó el segundo de Cruz Azul,
mediante un cabezazo seco de Perea (38').
En el 45'
cumplido, Castro mandó un centro por izquierda y Pavone entró al área
para firmar el tercero antes de ir al descanso, justo cuando el árbitro
había decretado un minuto más en el primer tiempo.
Pero la fiesta para los cruzazulinos continuaba, ya que Marco Fabián (79'), en su
reaparición con su nueva escuadra, se estrenó con la camiseta celeste
al aprovechar el desatino de la defensa visitante, e introducirse por
derecha para clavar el cuarto con
disparo raso y cruzado, mismo que a la postre sería el definitivo en el
partido. El ex chiva corrió hasta la banca para celebrar con los
suplentes. Aunque el "respetable" todavía pedía el "quinto", éste ya no
llegó.
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