Benfica superó con claridad al Porto en el gran clásico del fútbol
portugués por 2-0 y se coloca como líder de la Liga Zon Sagres, un triunfo que sirvió de homenaje póstumo a Eusébio, en
realidad el gran protagonista del encuentro.
Prueba de ello es
que nadie se movió de su asiento en el Estadio de La Luz tras el pitazo
final, y después del himno de las "águilas", por la megafonía comenzó a
sonar el "It's a Wonderful World" de Louis Armstrong mientras se
proyectaban imágenes de un jugador que, para los portugueses, excedió lo
futbolístico y se convirtió más bien en un icono del país.
El
estadio se vistió de luto instantes antes de que los jugadores de ambos
equipos salieran al terreno de juego, con los cerca de 60.000
aficionados del Benfica alzando una cartulina negra con sus manos. En el
intermedio, también se ondearon banderas con la fotografía de Eusébio
desde el centro del campo.
Con el liderato en
juego, el gran clásico del fútbol luso arrancó fuerte y vibrante, una
constante durante la mayor parte del encuentro, fue el Benfica el primero en dar un golpe encima de la mesa, Markovic, la joven perla serbia, arrancó desde el centro del
campo y sacó un gran pase que dejó solo frente al
portero rival al delantero hispano-brasileño Rodrigo (13'), que no erró y
batió a Hélton. El entrenador del
Benfica, Jorge Jesús, optó por sacar a su once más ofensivo -en
contraste con años anteriores, cuando optó por reforzar el equipo- con
Rodrigo y Lima arriba, mientras que Paulo Fonseca sorprendió al volver a
dar la titularidad a Licá y prescindir de Josué.
El inicio de la
segunda mitad fue todavía más trepidante, en los primeros compases el
Benfica se mostró impreciso en el pase y Porto parecía creer en la
remontada sin embargo, mientras que la escuadra local no dejó de
llevar peligro en cada acercamiento, los "dragones" carecieron de
profundidad.
En
el minuto 51, Rodrigo arrancó desde el círculo central y asistió a Markovic, que con
un cambio de ritmo se deshizo de su par y fusiló a Hélton, pero el
guardameta fue capaz de despejar, el córner cobrado por los lisboetas
fue cabeceado por Matic, cuyo remate golpeó en una mano de Mangala,
pero el árbitro no vio el penal y volvió a pitar saque de esquina, esta
vez, el argentino Enzo Pérez colocó un centro dentro del área pequeña
que el arquero del Oporto no fue capaz de despejar y su compatriota
Garay (53'), de franco cabezazo, llevó la locura a las gradas y puso el 2-0 en
el marcador. El duelo vivió entonces sus
momentos de mayor tensión. Primero Jackson Martínez propinó un puñetazo
al uruguayo Maxi Pereira por una fea entrada, aunque la agresión fue
castigada por el árbitro únicamente con amarilla.En el mismo minuto, Quaresma se estrenó en su regreso a Portugal con otra entrada peligrosa que también mereció la tarjeta. Los
"dragones" se mostraron indignados con el árbitro primero por no
conceder ley de la ventaja en una jugada en la que el punta colombiano
se plantaba solo frente al portero y después por sacar
la segunda amarilla al lateral brasileño Danilo por simular una caída
dentro del área cuando tenía todo a favor para recortar distancias. Despues, poco les importó a los aficionados lisboetas el resto del partido, se dedicaron a recordar a Eusébio y despidieron en
pie al que hoy fue uno de los más destacados del partido, Rodrigo, sobre
el que precisamente esta semana se especulaba con su posible traspaso.

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