Los goles de los ingleses Steven Gerrard (pen. 42') y Daniel Sturridge (72') no fueron suficientes para que el Liverpool se impusiera a un Newcastle
que forzó el empate (2-2) con diez futbolistas en el campo desde la
expulsión del francés Maou Yanga-Mbiwa antes del descanso.
En Newcastle, un tanto temprano del francés Yohan Cabaye (23') y otro gol del
galés Paul Dummett (56') dejaron sin dos de los tres puntos en juego al
Liverpool, que abría la jornada en la liga inglesa como segundo en la
tabla, empatado a puntos con el Arsenal, líder por su mejor diferencia
de goles.
En el minuto 23, el francés Yohan Cabaye
sorprendió a los visitantes con un gol desde media distancia que ponía
cuesta arriba el duelo para el Liverpool, que había dominado el balón
hasta entonces.
Cabaye conducía el balón a treinta metros
de la portería cuando levantó la cabeza y vio la opción de descerrajar
un tiro, el primero de los locales en el partido, que no se esperaba el
guardameta belga Simon Mignolet y que se coló por su palo izquierdo.
El panorama del encuentro cambió radicalmente a cinco minutos para el
final del primer tiempo, con un gol de penal que selló el capitán del
Liverpool, Steven Gerrard, con un tiro raso por la izquierda que
equilibraba de nuevo el marcador.
El uruguayo Luis Suárez se había internado en el área y se disponía a
encarar al guardameta holandés Tim Krul cuando cayó derribado por el
francés Maou Yanga-Mbiwa, lo que propició que el colegiado pitará una
pena máxima para los Reds y dejó a los locales con un futbolista menos.
La inercia del gol de Gerrard, sin embargo, no duró más allá del
descanso, y en el minuto diez del segundo tiempo el Newcastle volvió a
ponerse por delante en el marcador.
Paul Dummett ganó la espalda en el interior del área a dos defensas del
Liverpool, el francés Aly Cissokho y el marfileño Kolo Touré, que no
pudieron evitar que el galés rematara a la red un lejano centro a balón
parado.
Los Reds dominaban el juego, con una posesión cercana al sesenta por
ciento durante el segundo tiempo, sin embargo sufrían para fabricar
ocasiones de peligro y no lograron el empate, a pesar de contar con un
jugador más sobre el campo, hasta que Suárez se inventó una jugada
personal el área rival a veinte minutos del final.
El uruguayo alcanzó la línea de fondo con el balón controlado y
trazó un centro medido para que el inglés Daniel Sturridge, que llegaba
en carrera, rematara el segundo del Liverpool.
Los Reds se
crecieron con el 2-2 y comenzaron a crear peligro continuamente por el
centro, si bien el Newcastle, con diez jugadores, fue capaz de contener
en el tramo final del partido los embates de Suárez y compañía para
dejar en casa uno de los tres puntos en juego.
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