Un inspirado Jorge Valdivia dió el primer aviso en el minuto 8 con un pase al espacio para Eduardo Vargas, pero el arquero venezolano Daniel Hernández reaccionó a tiempo y desbarató la oportunidad.
Un par de minutos después Valdivia se asoció de nuevo con Vargas y llegó el primero, el volante del Palmeiras puso un pase al área pequeña, Vargas recibió de espaldas, se deshizo de su marcador y sacó un tiro a la media vuelta que entró ajustado al palo.
No hubo noticias de Venezuela en el Estadio Nacional hasta los veinte minutos, Salomón Rondón recibió en carrera y encaró el arco de Bravo, Gary Medel apareció entonces providencialmente para desviar el disparo a córner.
La Vinotinto se borró de nuevo y Chile aprovechó para meter el segundo al filo de la media hora de juego, Marcelo Díaz sirvió un córner desde la derecha y Arturo Vidal cabeceó para que Daniel Hernández se luciera con una gran atajada, el balón quedó muerto a un palmo de la línea y Marcos González, atento como ninguno, la empujó al fondo de la red.
El segundo tanto desarmó la moral de una selección venezolana que no mostró ninguna de las virtudes que la llevaron a ser considerada una de las revelaciones del continente americano.
En el minuto 54, el árbitro brasileño Sandro Meira anuló, aparentemente sin razón, un gol de cabeza de Rondón ante el desespero de los venezolanos.
El ánimo ofensivo de la Vinotinto dejó más huecos en la zaga, especialmente por la banda derecha, por donde Alexis atacaba una y otra vez ante la impotencia de Rosales.
En una de estas acciones el ariete del Barcelona sacó un centro medido a la cabeza de Vargas, con todo el arco a su disposición, el remate del cañonero del Gremio brasileño salió desviado a la derecha del portero.
El veterano Juan Arango trató de reflotar a su equipo, aunque varios de sus compañeros parecían haber arrojado la toalla. Chile, en tanto, echó de menos a Valdivia, desfondado físicamente tras una sensacional primera parte.
A cinco minutos del final, Vidal y Alexis, dos de los mejores en Chile, finiquitaron el choque con el tercer tanto, Alexis puso un gran pase con el interior del botin a su compañero, que rompió el fuera de juego y fusiló a Hernández con un cabezazo.
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