Alemania logró una victoria clara por 3-0 ante Austria en un partido que dominó casi de principio a fin y que le deja ya con un pie en la a Copa Mundial de Brasil 2014.
Los
dos equipos salieron al campo con planteamientos parecidos, tratando de
presionar al rival en la mitad contraria sin embargo, Alemania muy pronto ganó el pulso y forzó a los austriacos a replegarse y a tratar de defender con dos líneas de cuatro hombres.
La resistencia no pareció en ningún momento inexpugnable y Alemania empezó a llegar pronto a la portería contraria.
Los primeros avisos los dieron Sami Khedira y Toni Kroos con remates desde fuera del área, luego Miroslav Klose
tuvo una buena ocasión tras una pérdida de balón de Christian Fuchs y
en el minuto 22 Mesut Oezil estuvo cerca de marcar con un remate
desviado dentro del área.
Con los minutos, el control alemán crecía, en el 28', el meta Robert Almer salvó dos veces seguidas a Austria, primero, ante un disparo a quemarropa de Marco Reus y luego tras un cabezazo de Klose, que había aprovechado el rebote.
Todo apuntaba a que el gol alemán tenía que llegar y llegó, en el minuto
33, Reus le metió un balón a Thomas Meuller, éste soltó un centro desde
la derecha que recibió Klose para marcar con un remate desde el borde
del área pequeña.
Hacia el final del primer tiempo, Austria
intentó sacudirse el dominio rival y logró un par de llegadas con
remates desde larga distancia de David Alaba, en el minuto 40, y de
Dragovic, ya en el tiempo añadido.
La
reacción austriaca pareció continuar al comienzo del segundo tiempo,
pero fue contrarrestada cuando, en el minuto 51, llegó el segundo gol
alemán con un remate impresionante de Toni Kroos desde más de veinte metros de distancia.
Después Alemania
controló el partido, Mueller tuvo dos buenas ocasiones para aumentar la
ventaja local y en las dos se encontró con Almer, que fue el principal
responsable de que Austria no se fuera de Múnich con una goleada más grande a cuestas.
A dos minutos del final, llegó el tercero, marcado por Mueller (88') a puerta vacía tras un centro de Benedikt Hoewedes.
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