Bélgica y Francia empataron 0-0 en
el partido amistoso que supuso el regreso con los "bleus" de Eric
Abidal, tras un año y medio de ausencia y una exitosa batalla contra un
cáncer de hígado.
Abidal, que disputó todo el encuentro en
el centro de la zaga, fue uno de los baluartes de la defensa francesa,
que logró neutralizar el efervescente pero en muchas ocasiones impreciso
ataque belga.
Bélgica, que llegaba al partido en plena ola
de optimismo tras sus buenos resultados recientes, fue más incisiva y
buscó la victoria hasta los minutos finales.
Kevin De
Bruyne fue el jugador más activo de los locales, y de sus botas
partieron las ocasiones más claras para los "Diablos Rojos".
A
los quince minutos, el joven talento del Chelsea asistió a su compañero
de club Romelu Lukaku, que no pudo batir a Lloris, situación que se
repitió ya en la segunda parte, cuando el delantero centro no llegó por
centímetros a rematar a puerta vacía otro servicio de De Bruyne.
Partiendo
habitualmente desde la banda derecha, De Bruyne fue un peligro
constante para Francia, que mediado el segundo tiempo vio como Kevin
Mirallas desperdiciaba otro de sus pases de gol.
Bélgica,
apoyada en el poderío físico de jugadores como Kompany y Fellaini,
apostó durante la mayor parte del partido por transiciones rápidas que
crearon una continua sensación de peligro para el marco francés.
Los
"bleus", mientras tanto, tuvieron sus mejores minutos al final de la
primera parte y contaron con una ocasión muy clara en el minuto 65,
desbaratada por el guardameta del Atlético de Madrid, Thibaut Courtois.
Franck
Ribéry comandó el ataque galo, en el que el madridista Karim Benzema
tuvo un papel discreto hasta su sustitución en el minuto 75.
Al
final, el cero le sentó bien al partido, que sirvió como preparación
para la fase final de la eliminatoria para el Mundial 2014.
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