También fue clave el uruguayo Sebstián Sosa porque arrojándose hacia su izquierda le atajó un penal a Ignacio Scocco, a los 30 minutos del primer período.
Vélez jugó en inferioridad numérica desde los 27 minutos de la etapa inicial por la expulsión de Cubero.
El Fortín llegó a la Superfinal por haber ganado el Torneo Inicial 2012, en tanto Newell's venía de consagrarse campeón del Torneo Final, hace unas semanas.
El elenco de Liniers obtuvo en el escenario mundialista mendocino su
décimo título doméstico, pero, además, en el plano internacional, se
adueñó de las Copas Libertadores de América 1994, Intercontinental 1994,
Interamericana 1996, Supercopa 1996 y Recopa Sudamericana 1997.Vélez estuvo más concentrado en el partido desde el comienzo y avanzó hacia el arco contrario con determinación frente a un adversario que tardó en acomodarse.
Federico Insúa dio la primera señal a los 6 minutos de juego, con un tiro libre directo que pasó cerca del ángulo izquierdo.
Dos minutos más tarde se abrió el marcador, Emiliano Papa desbordó por izquierda y habilitó a Pratto, quien desacomodó a la defensa con un enganche y metió la pelota de zurda en el ángulo derecho.
Una vez que consiguió la ventaja, el conjunto velezano cometió el error estratégico de cederle la pelota a Newell's para intentar lastimarlo de contraataque.
Sin embargo, lo único que consiguió fue facilitarle el trámite del encuentro al darle la chance de reaccionar, y una vez que contó con el esférico y tiempo para organizar la ofensiva, el cuadro rosarino aprovechó las concesiones defensivas de Vélez para arrimarse al empate.
Pablo Pérez estuvo a punto de lograrlo a los 24', cuando recibió un pase de Scocco dentro del área y de media vuelta sacó un remate que se fue cerca del ángulo izquierdo.
A los 27' se cobró un penal en contra de Vélez y la expulsión de Cubero por doble amonestación, tras una falta dentro del área contra Maximiliano Rodríguez.
Scocco fue el encargado de ejecutar el tiro castigo a los 30', pero el arquero Sosa adivinó la dirección y frustró el intento sobre la base del poste izquierdo, Vélez concentró sus fuerzas restantes para sostener el parcial, replegándose cerca de su valla, y el segundo período lo transcurrió sin grandes emociones hasta los 24 minutos, cuando el paraguayo Marcos Cáceres dejó a Víctor Figueroa de cara al gol y el delantero definió de manera sutil, aunque imprecisa.
Sorteando varias dificultades que no llegaron a ser sofocones, los de Liniers lograron aguantar hasta el final y consiguieron el cuarto campeonato del ciclo encabezado por Gareca.
Con el triunfo Vélez se metió en las Copas Sudamericana y Libertadores y se llevó un cheque de 1.800.000 pesos para Liniers.
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