UNIÓN SE LLEVA EL CLÁSICO DE SANTA FÉ

El descendido Unión celebró el consuelo de una victoria por 1-0 en el clásico sobre Colón en el triste y solitario marco de un estadio vacío por orden del gobierno santafesino ante temores de choques entre hinchadas.
La victoria en el clásico, gracias al disparo de Damián Lizio en el penal sobre los 7 minutos del segundo tiempo, es uno de los pocos dulces recuerdos de Unión de esta temporada que en menos de un mes le pondrá fin a dos años consecutivos en Primera División.

El frío entorno de un estadio vacío fue socio del comienzo del partido, lento e impreciso por ambos lados, pero sobre el final se calentó cuando Gerardo Alcoba se fue expulsado por pegarle duro a Emanuel Moreno y Facundo Curuchet también termino con roja aún después del partido por protestar que no le cobraron un penal.
Colón fue el que tomó la iniciativa y hasta hizo un gol lícito arrancando en posición correcta y cruzando el disparo al segundo palo en la definición, pero el árbitro Germán Delfino anuló el tanto a expensas de una indicación fallida del juez de línea.
En minutos Gigliotti tuvo otra chance tras un centro de Mugni pero Britez tapó justo y en la jugada siguiente Ricky Gómez cruzó el disparo en demasía.
En el comienzo del segundo tiempo fue Unión el que mostró una cara diferente y se instaló en el campo rival aunque con pocas ideas.
En una de esas Magnín arrancó por el centro, eludió a Romero y en la vuelta el defensor se bajó al atacante dentro del área, Lizio transformó el penal en gol.
Colón intento buscar el empate y Morant acumulo hombres en ofensiva, aunque el rojinegro no tuvo un buen partido y eso quedo evidenciado hasta el final, con voluntad pero sin juego ni ideas, el sabalero fue una y otra vez contra el arco de Limia, chocando permanentemente con la enorme tarea de Britez y Correa en la zaga central local.
Luego Alcoba se fue implorando a Delfino que no lo eche pero la roja estaba en el aire por la infracción a Montero, Curuchet se fué expulsado una vez terminado el partido.
Allí se produjo el festejo de Sava antes de meterse en el vestuario y al equipo con su dualidad, u
na ronda festiva por el clásico y por haber cortado la mala racha de más de un año sin ganar de local, pero también entre lágrimas por no poder revertir el descenso.