El espíritu de Cristiano Ronaldo, siempre luchador y hambriento de goles, reanimó al Real Madrid, aturdido aún por la eliminación de Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund, ante un valiente Real Valladolid, que sin nada que perder luchó hasta el final por puntuar en el Santiago Bernabéu (4-3).
Por lo que se vió, Mourinho ya mide esfuerzos para que sus hombres importantes lleguen bien al 17 de mayo para la final de la Copa del Rey.
Un error compartido entre Di María, que centró blando hacia atrás, y Carvalho, que se durmió, lo aprovechó Óscar (8') robó la cartera y se plantó solo ante Diego López para superarle con un disparo raso.
El Real Madrid estaba aturdido y tardó en reaccionar, recien en el 25' comenzó a probar a Jaime, que tuvo un tarde notable pese a los cuatro goles encajados, el tanto del empate llegó aliado con la mala suerte para la visita cuando Marc Valiente desvió a su portería un disparo de Di María (26').
El partido sólo tuvo intensidad ofensiva, ninguno de los dos equipos se aplicaba en defensa y las ocasiones empezaron a sucederse, Cristiano, con ganas, comenzó a probar suerte hasta que encontró el gol, Jaime vió pasar el balón a su portería cuando el tercer intento de centro consecutivo de Di María desde el costado derecho lo desvió con la cabeza Cristiano (32') su gol 32 en Liga.
El Real Madrid ya había dado la vuelta al partido pero el Valladolid llegó a empatar el partido, en una jugada de Omar que remató a placer Javi Guerra (35') y hasta pudo adelantarse si Valenziaga no hubiese tirado arriba un derechazo ante Diego López.
El primer acto lo cerró Cristiano con un quejido al cielo, su falta, perfecta en potencia y colocación, lo repelió con violencia el travesaño, nada cambió en la reanudación, el Madrid ensanchó su triunfo cuando el Real Valladolid, con el objetivo de la temporada en sus manos, dejó de disfrutar sobre el campo porque sus fuerzas se rebajaron, Ebert se desesperó en sus intentos de tirar de su equipo que acabó cediendo, Kaká (49') volvió a adelantar al Real Madrid con un zurdazo que encontró la colaboración de Jaime, mal posicionado para despejar el esférico y que despues vió como Cristiano (70') remataba con la cabeza arriba  un córner milimétrico de Oezil, era el broche a una tarde difícil para el madridismo que aún digiere una nueva decepción europea y comienza a ilusionarse con la final de Copa del Rey, el tercero del Valladolid lo puso un golazo de Sastre (87'), con una volea desde fuera del área, que resucitó a su equipo en los últimos compases y puso emoción al final.