Rayo Vallecano alimenta sus opciones de clasificarse para jugar la
próxima temporada en Europa después de derrotar con comodidad al Celta
(0-2), en un duelo donde los gallegos, que se jugaban salir del
descenso, acusaron en exceso la ausencia del sancionado Iago Aspas y sus
alarmantes errores defensivos.
En un partido de máxima
importancia para su futuro, el Celta volvió a sacar a relucir sus
enormes carencias. Leo Bapistao y Lass fueron una pesadilla para la zaga
celeste, solo el desacierto del brasileño de cara a gol y la actuación
de Javi Varas permitió al equipo de Abel Resino entrar con vida en los
últimos minutos.
El choque arrancó con
ritmo y ocasiones para ambos equipos, en el minuto cuatro, tras una gran
asistencia del ex céltico Trashorras, Baptistao se quedó solo ante Javi
Varas pero el meta le ganó la partida en el mano a mano, respondió el
Celta un minuto después, pero Park, en inmejorable posición, no acertó a
rematar el centro de Orellana.
El Rayo tocaba a placer en
el centro del campo y en el minuto 13 Piti con un sutil tocó finalizó
una gran jugada de Lass, quien poco después desaprovechaba un
contraataque para aumentar la renta de los suyos.
No fue la
última de los de Paco Jémez antes del descanso, en el minuto 29 un
centro de Lass se paseó por el área pequeña sin que ninguno de sus
compañeros lograra rematar, segundos después Bapistao volvió a
desaprovechar otro mano a mano; y en el 38' Trashorras obligaba a lucirse
a Varas con un potente disparo desde la frontal.
En la
segunda parte el Celta tuvo más el control del juego pero las mejores
ocasiones volvieron a ser para los madrileños, un monumental error de
Cabral dejó a Baptistao una vez más ante Varas, pero su disparo se
estrelló en el poste.
El Rayo perdonó y lo pudo pagar, pues
en el minuto 59 el extremo argentino Augusto Fernández, con un tiro
cruzado que desvió Rubén, rozó el empate.
Fue la única
ocasión clara en el segundo tiempo de un Celta gris, sin ideas, sin
profundidad y sin gol, en el minuto 82, el montenegrino Delibasic, que
acababa de entrar en el terreno de juego, se encargó de matar el duelo.
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