Espanyol ganó 0-2 al Getafe y culminó el milagro del entrenador
Javier Aguirre, que llegó al conjunto catalán cuando era el último
clasificado de la Liga española y, a falta de seis jornadas para el
final del campeonato, ha conseguido los puntos teóricamente necesarios
para lograr la permanencia.
Europa y la salvación estaban
en juego en el Coliseum Alfonso Pérez, el Getafe no podía volver a
perder tras la derrota ante el Valladolid de la pasada jornada si no
quería descolgarse de los puestos continentales.
El
Espanyol, a cuatro puntos de los hombres de Luis García, necesitaba una
victoria para sellar la permanencia y, ya de paso, soñar con la zona
importante de la clasificación.
El conjunto catalán no dá por perdido ningún balón, sabe
reducir muy bien todos los espacios y consiguió desesperar al Getafe,
incapaz de hacerse con el dominio del juego desde el pitazo inicial.Realmente,
nadie asumió el dominio de la pelota, el Getafe quería, pero no le
dejaban, mientras que el Espanyol se dedicaba a destruir más que a
crear, por eso, en la primera parte las ocasiones se pueden contar con
los dedos de las manos.
La más clara para el Getafe la tuvo
Paco Alcácer, que se ha hecho con un hueco en el once titular tras la
lesión de Adrián Colunga, en la oportunidad más evidente, un mano a mano frente a Adrián, que
incluso se resbaló antes de salir a por el delantero, no fue capaz de
abrir el marcador.
Al filo del descanso, entre Stuani, Sergio García
y Verdú, fabricaron un gol precioso construido a base de paredes con la
cabeza y rematado a la red por el último (37').
Fue un tanto
casi definitivo refrendado con la expulsión de Borja Fernández al
principio de la segunda parte. El centrocampista del Getafe tenía una
amarilla y, tras resbalarse, cogió instintivamente el balón con la mano y
vió la segunda para dejar a su equipo con diez.
Curiosamente,
el Getafe jugó sus mejores minutos con un futbolista menos, pero fue
incapaz de generar claras ocasiones de gol, la más clara fue una jugada
de Abdel Barrada, que se metió hasta dentro del área y fue derribado por
Forlín, los jugadores del conjunto madrileño pidieron penalt y la
segunda tarjeta para el defensa del Espanyol, pero el árbitro no concedió ninguna de las peticiones.
El
empuje del equipo de Luis García duró poco tiempo, hasta la segunda
expulsión, esta vez de Federico Fernández, que vió una roja directa
cuando sumaba una amarilla del primer acto, en la jugada siguiente
Stuani (73') hizo el segundo para sentenciar el duelo.
El resto del choque se convirtió en un festival de las
tarjetas, en total, se vieron trece en el Coliseum, pero no restaron
protagonismo a los tres puntos del Espanyol, que se quedará otro año en
Primera, el Getafe, se atasca en su lucha por Europa.
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